LAS CLAVES DE LA SEMANA

La fiesta de la derecha

La Cámara de Comercio de Valencia ha celebrado con el boato habitual su gran noche de la economía valenciana, con la consabida entrega de galardones a las empresas elegidas y los pertinentes discursos. Hasta aquí, ninguna novedad particularmente notable, excepción hecha, si se quiere, del excesivo almibaramiento retórico que untó el discurso del presidente de la corporación convocante, Arturo Virosque. Pero tampoco habría de sorprendernos. España va bien y el País Valenciano no anda a la zaga, por más que los nuevos presupuestos autonómicos sean muy restrictivos y los augures presagien austeri...

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La Cámara de Comercio de Valencia ha celebrado con el boato habitual su gran noche de la economía valenciana, con la consabida entrega de galardones a las empresas elegidas y los pertinentes discursos. Hasta aquí, ninguna novedad particularmente notable, excepción hecha, si se quiere, del excesivo almibaramiento retórico que untó el discurso del presidente de la corporación convocante, Arturo Virosque. Pero tampoco habría de sorprendernos. España va bien y el País Valenciano no anda a la zaga, por más que los nuevos presupuestos autonómicos sean muy restrictivos y los augures presagien austeridades generalizadas. Gratitud, pues, del mundo patronal. Más llamativa nos parece, sin embargo, la ausencia del primer partido de la oposición -y también del segundo- en este festejo que no tiene carácter privado ni es apolítico. En cambio, sí se nos antoja impolítico, además de descortés, que se excluyese a estas fuerzas -socialistas y EU- que son tan gobierno como las siglas mayoritarias y contribuyen en la misma medida a los éxitos y fracasos económicos. Pudo ser un lamentable fallo de protocolo o un alarmante vacío democrático. En todo caso, un "cero patatero" a la entidad cameral.

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