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Polímeros orgánicos funcionales

El último medio siglo se ha definido como la época de los plásticos (polímeros), pero también como la de los semiconductores y la microelectrónica. Pues bien, la superposición de ambas áreas será, con toda probabilidad, uno de los soportes básicos sobre los que se asiente la tecnología más avanzada del siglo XXI.El premio Nobel de Química de 2000 ha sido concedido a los estadounidenses Alan J. Heeger y Alan G. MacDiarmid y al japonés Hideki Shirakawa por el descubrimiento y desarrollo de los polímeros conductores. Las espectaculares propiedades eléctricas y ópticas de estos pólimeros, de orige...

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El último medio siglo se ha definido como la época de los plásticos (polímeros), pero también como la de los semiconductores y la microelectrónica. Pues bien, la superposición de ambas áreas será, con toda probabilidad, uno de los soportes básicos sobre los que se asiente la tecnología más avanzada del siglo XXI.El premio Nobel de Química de 2000 ha sido concedido a los estadounidenses Alan J. Heeger y Alan G. MacDiarmid y al japonés Hideki Shirakawa por el descubrimiento y desarrollo de los polímeros conductores. Las espectaculares propiedades eléctricas y ópticas de estos pólimeros, de origen orgánico, han generado una dedicación intensa de químicos, físicos y tecnólogos en los últimos años con el fin de sintetizar este tipo de materiales, estudiar sus propiedades y aplicarlos industrialmente. Son muchas las aplicaciones: células solares, transistores orgánicos, fotodiodos, pantallas de teléfonos móviles y televisores de pequeño formato y blindajes electromagnéticos, por citar sólo algunas.

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La electrónica molecular esta en la base de todas ellas. La posibilidad de producir componentes electrónicos formados por moléculas orgánicas individuales permitirá no sólo la reducción del tamaño de los ordenadores y otros sistemas electrónicos sino también aumentar la velocidad de transmisión de la información. Muchos de estos materiales moleculares orgánicos y poliméricos son de fácil acceso por síntesis orgánica convencional.

Como muestra de la viabilidad industrial de sus investigaciones, Alan J. Heeger ha fundado una empresa, Uniax Corporation, que produce este tipo de polímeros y desarrolla sus aplicaciones. Este modelo de investigador, muy extendido ya en Estados Unidos, se impondrá pronto en Europa.

Además de los tres laureados, otros cíentificos han contribuido a este desarrollo, como Fred Wudl, ahora en la Universidad de California en Los Ángeles, quien participó de manera destacada en la preparación de estos plásticos conductores..

Tomás Torres Cebada es catedrático de Química Orgánica de la Universidad Autónoma de Madrid

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