Cervera rechaza la planta de incineración de residuos que le ofrecía la Generalitat

El Ayuntamiento de Cervera (Segarra), gobernado por una coalición entre CiU y el PP, anunció ayer que rehúsa construir en su término municipal una planta para el tratamiento y la eliminación de residuos orgánicos e industriales mediante un proceso de incineración denominado pirólisis. El consistorio, acérrimo defensor del proyecto, se ha visto obligado a renunciar a la polémica instalación a causa de la radical oposición vecinal y de diversos grupos ecologistas.La Generalitat, a través de la Junta de Residuos, ofreció hace un año al Ayuntamiento de Cervera la posibilidad de acoger en terrenos ...

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El Ayuntamiento de Cervera (Segarra), gobernado por una coalición entre CiU y el PP, anunció ayer que rehúsa construir en su término municipal una planta para el tratamiento y la eliminación de residuos orgánicos e industriales mediante un proceso de incineración denominado pirólisis. El consistorio, acérrimo defensor del proyecto, se ha visto obligado a renunciar a la polémica instalación a causa de la radical oposición vecinal y de diversos grupos ecologistas.La Generalitat, a través de la Junta de Residuos, ofreció hace un año al Ayuntamiento de Cervera la posibilidad de acoger en terrenos situados a un kilómetro del actual vertedero comarcal una moderna incineradora de residuos, pionera en España por su avanzada tecnología. La planta, además de reciclar el 90% de la materia orgánica de toda la Segarra, generaría, a través de un proceso de metanización, la energía suficiente para alimentar de forma gratuita la red de iluminado público de la ciudad. La inversión prevista era de 2.000 millones de pesetas.

El consistorio consideró beneficioso el proyecto porque creaba 12 puestos de trabajo y hubiera ingresado en sus arcas el 1,5% de la facturación de la empresa. Una delegación formada por representantes de todos los grupos políticos, ecologistas y asociaciones de vecinos viajó a Alemania para visitar dos plantas de características similares. La visita no convenció a la oposición ni a muchos vecinos, que crearon una plataforma de oposición a la planta. Tras un año de movilizaciones y rechazo social, el consistorio ha escuchado a las más de 4.000 personas que firmaron el manifiesto en contra de la incineradora y, ante las discrepancias surgidas en el equipo de gobierno, ha decidido desestimar su ubicación en la comarca.

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