200 enseñantes que trabajan con el colectivo gitano en siete comunidades analizan sus experiencias en Derio

La Asociación de Enseñantes con Gitanos celebra entre mañana y el martes su 20ª reunión anual. Los doscientos profesionales asistentes, que trabajan con el colectivo gitano en escuelas públicas, colegios concertados y desde organizaciones no gubernamentales, proceden de Euskadi, Navarra, Galicia, Castilla- La Mancha, Castilla- León, Madrid, Aragón, Cataluña y la Comunidad Valenciana. La cita, que en esta ocasión se celebra en lo que fue el seminario de Derio, servirá para hacer balance de estas dos décadas de actividad.Esta asociación estima que 3.000 de los más de 200.000 escolares vascos son...

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La Asociación de Enseñantes con Gitanos celebra entre mañana y el martes su 20ª reunión anual. Los doscientos profesionales asistentes, que trabajan con el colectivo gitano en escuelas públicas, colegios concertados y desde organizaciones no gubernamentales, proceden de Euskadi, Navarra, Galicia, Castilla- La Mancha, Castilla- León, Madrid, Aragón, Cataluña y la Comunidad Valenciana. La cita, que en esta ocasión se celebra en lo que fue el seminario de Derio, servirá para hacer balance de estas dos décadas de actividad.Esta asociación estima que 3.000 de los más de 200.000 escolares vascos son de etnia gitana. La mitad de ellos vive en Vizcaya. Aunque en los últimos años se han ido integrando en la escuela, lo cierto es que la tasa de fracaso escolar en este colectivo es altisíma. Un ejemplo: el 85% de los que el curso pasado hizo 6º de primaria no logró aprobar.

Begoña Lasa, enseñante en el deprimido barrio bilbaíno de San Francisco y miembro de la asociación, señaló ayer que se ha avanzado mucho en la integración educativa de los niños gitanos, pero subrayó al mismo tiempo que lo que queda por hacer es aún mucho.

Lasa recordó que 20 años atrás la preocupación de este grupo de enseñantes era lograr plazas escolares para niños de etnia gitana. "Les decían que no había sitio y las familias ni sabían que tenían derecho a escolarizar a sus hijos". Explicó la maestra que en este sentido la situación ha mejorado, aunque aún no es la idónea, "todavía se dan casos puntuales". El curso pasado esta problemática salió a la luz con fuerza ante la negativa de los padres de dos centros escolares de Vizcaya, uno público y otro concertado, a que tres menores gitanos compartieran aula con sus hijos. Hace unos años, la prioridad pasó a ser que este colectivo recibiera una educación integrada con chavales payos, en igualdad de condiciones. Y hoy el objetivo de los enseñantes es el éxito académico, que acaben la Primaria y, luego, la Secundaria.

Lasa y otra miembro de Enseñantes con gitanos, la trabajadora social Eider Martínez, advirtieron de que la creciente desaparición de las aulas de modelo A (todo en castellano con el euskera como asignatura) en ciertos municipios está dificultando la integración de niños gitanos porque acaban todos juntos en las mismas aulas y centros con escasos compañeros payos. No obstante, cada vez son más los gitanos matriculados en los modelos B y D.El programa de estas jornadas abarca otras cuestiones al margen del balance. Antonio Gómez Alfaro disertará sobre la historia de los encuentros y los desencuentros de gitanos y payos durante los últimos dos siglos. También habrá una exhibición de música gitana, además de sendas charlas sobre la cómo educar a una ciudadanía intercultural, que dará Francesc Carbonell i Paris, y sobre la mediación y resolución de conflictos, que correrá a cargo de Gernika Gogoratuz. Durante las jornadas se analizará también el documento en el que el asociacionismo gitano ha reunido sus demandas al Gobierno central.

Varios profesionales expondrán también sus experiencias concretas y recientes.

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