Arafat fija para el 9 de septiembre su decisión final sobre la proclamación del Estado palestino

El líder palestino, Yasir Arafat, no ha renunciado a utilizar la inminente proclamación de un Estado independiente para su pueblo, o su eventual aplazamiento, como un elemento de presión en las negociaciones con Israel. Ambas partes se han propuesto alcanzar un tratado definitivo de paz antes del próximo 13 de septiembre, pero el proceso sufre altibajos y ayer atravesaba una crisis. Arafat hizo saber al enviado de la UE para Oriente Próximo, Miguel Ángel Moratinos, que tomará una decisión final sobre la fecha de la independencia el próximo 9 de septiembre.

Ese mismo día está convocado e...

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El líder palestino, Yasir Arafat, no ha renunciado a utilizar la inminente proclamación de un Estado independiente para su pueblo, o su eventual aplazamiento, como un elemento de presión en las negociaciones con Israel. Ambas partes se han propuesto alcanzar un tratado definitivo de paz antes del próximo 13 de septiembre, pero el proceso sufre altibajos y ayer atravesaba una crisis. Arafat hizo saber al enviado de la UE para Oriente Próximo, Miguel Ángel Moratinos, que tomará una decisión final sobre la fecha de la independencia el próximo 9 de septiembre.

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Ese mismo día está convocado el Consejo Central de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), la instancia que formalmente tiene que adoptar una resolución al respecto.Moratinos dijo a EL PAÍS que "esto quiere decir que no hay progresos en las negociaciones con Israel sobre el estatuto permanente, lo que preocupa a Arafat". El enviado europeo recordó que la UE ha reconocido el derecho de los palestinos a proclamar un Estado independiente, si bien la comunidad internacional ha solicitado a Arafat, ante la cercanía de un tratado de paz con Israel, que no lo proclame de forma unilateral el 13 de septiembre, tal como ha anunciado, sino que lo consensúe con ese país.

"Sin embargo, Arafat me ha transmitido la impresión de que el acuerdo no está tan cerca, pese a lo cual nosotros no vamos a tirar la toalla, y ha pedido que la UE, que está en coordinación constante con Estados Unidos y con Egipto, siga haciendo esfuerzos para encontrar una solución", afirmó Moratinos.

Por la mañana, Arafat se entrevistó en Alejandría con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, que propuso que Jerusalén sea proclamada "ciudad abierta" con dos capitales. O sea, Jerusalén Este para los palestinos y Jerusalén Oeste para los israelíes. El ministro egipcio de Exteriores, Amer Musa, dijo tras esa reunión que "Jerusalén es una ciudad entera, y ambas capitales pueden coexistir una al lado de la otra". Al tiempo, Musa destacó que "no se trata de una renuncia a la soberanía palestina sobre Jerusalén oriental".

Rechazo israelí

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Según se supo, el primer ministro israelí, Ehud Barak, rechazó la propuesta egipcia. Al tiempo, se informaba de que "fuentes gubernamentales israelíes de muy alto rango" reaccionaron indignadas a aquélla y dijeron que "Egipto no tiene ningún derecho a imponer a Israel el tipo de soberanía que ha de regir sobre Jerusalén, una ciudad que consiguió con sangre".Israel conquistó Jerusalén Este a Jordania en la guerra de los Seis Días de junio de 1967, y la anexionó de hecho poco después en 1980 por una ley de su Parlamento. Esta ley dice que "Jerusalén unificada es la capital eterna e indivisible del Estado de Israel y del pueblo judío".

Lo que realmente buscan Egipto y Estados Unidos -en su calidad de mediadores- es no tanto un contenido como una fórmula verbal relativa a Jerusalén que permita tanto a israelíes como a palestinos sentirse vencedores en las negociaciones.

La de ayer fue la sexta reunión que celebran Mubarak y Arafat desde que el 25 de julio concluyera la cumbre de Camp David entre el líder palestino y el primer ministro israelí, con la mediación del presidente norteamericano, Bill Clinton. En la reunión de ayer, Mubarak informó asimismo a Arafat de la entrevista que celebró el día anterior con Clinton.

Arafat y Barak no lograron alcanzar un tratado definitivo de paz, para firmar el 13 de septiembre como se habían propuesto, en particular por las divergencias en torno al futuro político de Jerusalén, y muy en especial respecto a qué soberanía regirá sobre los principales lugares santos de la ciudad para musulmanes y judíos: las pocas decenas de metros cuadrados que los palestinos llaman Explanada de las Mezquitas, y los israelíes, Monte del Templo.

De momento, en opinión de Barak, los contactos con Estados Unidos, Egipto y la Autonomía Palestina "no constituyen un verdadero debate". "Sólo si constatáramos que la otra parte [los palestinos] flexibiliza sus posturas y muestra apertura habrá posibilidades de iniciar un debate", afirmó Barak, que volvió a reunirse ayer con el mediador norteamericano, Dennis Ross. Lo mismo dicen los palestinos.

[Por otra parte, Israel probó ayer con éxito el rayo antimisiles israelí (THEL, Láser Táctico de Alta Energía) en el campo de pruebas de White Sands (Estado de Nuevo México, EE UU), contra dos cohetes de fabricación rusa al mismo tiempo, informa Reuters. El THEL ha sido concebido para defender la frontera norte de Israel con Líbano.]

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