LA OFENSIVA DE ETA

La Ertzaintza recogió 13 casquillos de dos marcas en la tienda donde se cometió el crimen

ETA acribilló ayer a Manuel Indiano Azaustre, de 29 años de edad, concejal independiente del PP en Zumárraga (Guipúzcoa), cuando despachaba en su tienda, dedicada a la venta de pan, periódicos y chucherías. El asesinato fue cometido por uno o dos terroristas, que se ensañaron con su víctima: al menos le dispararon 13 balas, de dos marcas diferentes, y siete fueron certeras. Indiano, que en abril rechazó la escolta que tenía asignada porque quería llevar una vida normal, intentó escapar por la trastienda, pero sus asesinos le siguieron hasta comprobar que quedaba tendido en el suelo y agoniza...

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ETA acribilló ayer a Manuel Indiano Azaustre, de 29 años de edad, concejal independiente del PP en Zumárraga (Guipúzcoa), cuando despachaba en su tienda, dedicada a la venta de pan, periódicos y chucherías. El asesinato fue cometido por uno o dos terroristas, que se ensañaron con su víctima: al menos le dispararon 13 balas, de dos marcas diferentes, y siete fueron certeras. Indiano, que en abril rechazó la escolta que tenía asignada porque quería llevar una vida normal, intentó escapar por la trastienda, pero sus asesinos le siguieron hasta comprobar que quedaba tendido en el suelo y agonizante.

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Como cada día desde julio, Manuel Indiano se hallaba regentando la pequeña tienda de chucherías, Kokolo, que había abierto en el número 3 de la calle de las Islas Filipinas, en Zumárraga. Pero esta vez sus clientes fueron distintos. Uno o dos etarras entraron en el establecimiento y le acribillaron: al menos le dispararon 13 balas, siete de las cuales le perforaron el tórax y el abdomen.El crimen se produjo a las diez de la mañana. Indiano fue encontrado agonizante en la trastienda del local, en la que intentó escapar de sus asesinos. En un intento desesperado por protegerse de los pistoleros, debió de ponerse en cuclillas, casi en posición fetal, y trató de taparse la cabeza con los brazos. Quizá por ello ninguna bala le alcanzó en ella. Los etarras sólo se dieron a la fuga cuando vieron al concejal agonizando en medio de un charco de sangre.

La Ertzaintza encontró 13 casquillos de bala de dos marcas diferentes, lo que, en principio, avalaría el hecho de que fuesen dos los activistas que cometieron el asesinato. Pero tampoco se descarta que se tratara tan sólo de uno y que actuara con munición distinta en el cargador.

Pocos minutos después del crimen, una clienta entró en el local y se sorprendió al comprobar que no había nadie en su interior. Tras apercibirse de que Indiano se encontraba maherido, telefoneó de inmediato a un servicio de ambulancia. El edil, todavía con un hilo de vida, fue socorrido en el mismo lugar de los hechos por Uxoa Busca, de Eusko Alkartasuna, la alcaldesa en funciones, que intentó reanimarle antes de que fuera trasladado al centro sanitario, en el que finalmente falleció.

Indiano nació hace 29 años en Madrid y esperaba un hija para dentro de dos meses. Su compañera sentimental, Encarnación Carrillo, tuvo que ser ingresada con una crisis nerviosa en el hospital de Zumárraga muy pocos minutos después de que los médicos certificaran la muerte de su pareja.

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"Habrá que hacer algo, ¿no?"

La última víctima de ETA había fijado hace poco tiempo su residencia en Zumárraga tras conocer en Madrid a su compañera sentimental, con la que habitaba en una vivienda de protección oficial.En las elecciones municipales de junio de 1999 concurrió en la lista del PP, aunque sin estar afiliado a este partido, que obtuvo dos concejalías. Siendo el número seis de la candidatura, asumió el cargo de concejal el pasado 7 de marzo en sustitución de Faustino Villanueva y debido a la renuncia de las tres personas que le precedían. Sin embargo, tras tomar posesión de su cargo, no llegó a asistir a ninguno de los plenos celebrados en el periodo de tiempo transcurrido.

Indiano se negó a llevar escolta porque "no tenía libertad de movimientos" y se sentía "incómodo", lo que le supuso recibir muchas advertencias y alguna reprimenda por parte de los dirigentes del PP de Guipúzcoa. Su compañero y también concejal popular, Valeriano Martínez, aseguró: "Alguien del pueblo ha tenido que dar indicaciones muy precisas a los terroristas".

Aunque las investigaciones policiales siguen abiertas, se sospecha de que los activistas que perpetraron el crimen pertenecen al comando Donosti, uno de los más sanguinarios de ETA, pese a que en marzo de 1999 fue desarticulado, en parte, gracias a la detención en París de José Javier Arizkuren, Kantauri, y de sus colaboradores Sergio Polo y Kepa Etxeberria.

El municipio de Zumárraga se paralizó al conocerse la noticia del asesinato de Indiano. Numerosas autoridades públicas y políticas se congregaron en el hospital de Zumárraga, en el que se vivieron algunas escenas tensas, sobre todo cuando llegó al servicio de Urgencias el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y se topó con varios simpatizantes y cargos del PP.

Éstos le espetaron "habrá que hacer algo, ¿no?", sin poder contener la rabia por la pérdida de un nuevo edil popular, el décimo que ha matado ETA desde el asesinato de Gregorio Ordóñez hace cinco años. Los populares y los nacionalistas intercambiaron caras largas y gestos inequívocos que refejaban tanto la tristeza por la muerte de Indiano como la indignación contra ETA.

Al centro hospitalario acudieron también el delegado del Gobierno en el País Vasco, Enrique Villar; el portavoz del Gobierno vasco y consejero de Turismo, Josu Jon Imaz, natural precisamente de Zumárraga; diputados forales y representantes socialistas. El regidor, Aitor Gabilondo, interrumpió sus vacaciones en Palma de Mallorca para asistir al pleno municipal.

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