El Satse critica la mala planificación en el tratamiento a enfermos de cáncer

La atención a los enfermos de cáncer sigue en la picota. Al mismo tiempo que varios oncólogos del hospital Carlos Haya salían ayer en defensa de la calidad de la asistencia para frenar la alarma social generada por declaraciones de dos facultativos, que el día anterior denunciaron la falta de medios para tratar la patología, el sindicato de enfermería Satse arremetía contra la "mala planificación" de la atención a los pacientes.El Saste centró sus quejas en el hospital Clínico y recordó que carece de equipos de radioterapia. No tiene ni acelerador lineal ni bomba de cobalto, lo que obliga a lo...

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La atención a los enfermos de cáncer sigue en la picota. Al mismo tiempo que varios oncólogos del hospital Carlos Haya salían ayer en defensa de la calidad de la asistencia para frenar la alarma social generada por declaraciones de dos facultativos, que el día anterior denunciaron la falta de medios para tratar la patología, el sindicato de enfermería Satse arremetía contra la "mala planificación" de la atención a los pacientes.El Saste centró sus quejas en el hospital Clínico y recordó que carece de equipos de radioterapia. No tiene ni acelerador lineal ni bomba de cobalto, lo que obliga a los enfermos a desplazarse al Carlos Haya o a centros concertados para recibir tratamiento. Según el sindicato, en esa derivación se producen desajustes que perjudican a los pacientes: "No sólo se denuncia la infradotación técnica, sino la descoordinación y mala planificación de nuestras autoridades sanitarias". Saste aprovechó la polémica para reclamar más personal en la consulta de oncología del Clínico, donde trabaja un enfermero, cuando según sus cálculos la plantilla mínima debería ser de cuatro personas.

No todo fueron críticas. Tres médicos del Carlos Haya, entre ellos uno de los que el día anterior habían cuestionado la falta de recursos, dieron una rueda de prensa para aclarar que la atención a los enfermos de cáncer es "muy adecuada e incluso muy buena". "No debe crearse ninguna alarma social", apuntaron. Según sus datos, recogidos por la agencia Efe, entre la derivación de un paciente al servicio de oncología y el inicio del tratamiento la demora es de 10 días, una lista de espera meramente "técnica", ya que son necesarios ciertos estudios antes de comenzar la radioterapia.

La Delegación de Salud reconoció el lunes que el cuello de botella son las pruebas diagnósticas, pero no sólo en el caso de patologías oncológicas, sino en general, e informó que trabaja en la elaboración de listas de espera diferenciadas que permitan dar prioridad a los casos graves sobre los banales. Esta medida fue respaldada por los facultativos como solución al aumento de la demanda, motivado por el envejecimiento de la población y la mayor cobertura que permite la tecnología moderna.

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