Los deportes de aventura en la montaña acaparan el 70% de los rescates

El 70% de los rescates y salvamentos efectuados por los Bomberos de la Generalitat son originados por la práctica de deportes de aventura en la montaña. En 1999, las imprudencias y la fatalidad obligaron a realizar 487 rescates y búsquedas en Cataluña. Las cifras de este año van por el mismo camino, por lo que los responsables de salvamento de los bomberos han vuelto a reclamar prudencia y mayor preparación física a los que piensen ir a la montaña.

La mayor parte de los rescates se concentran en las comarcas pirenaicas. La popularización de los deportes de aventura y el auge del alpinis...

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El 70% de los rescates y salvamentos efectuados por los Bomberos de la Generalitat son originados por la práctica de deportes de aventura en la montaña. En 1999, las imprudencias y la fatalidad obligaron a realizar 487 rescates y búsquedas en Cataluña. Las cifras de este año van por el mismo camino, por lo que los responsables de salvamento de los bomberos han vuelto a reclamar prudencia y mayor preparación física a los que piensen ir a la montaña.

La lluvia, una trampa

La mayor parte de los rescates se concentran en las comarcas pirenaicas. La popularización de los deportes de aventura y el auge del alpinismo y del esquí de montaña han comportado que cada vez más personas se atrevan con el Pirineo. Pero muchos no van preparados. En lo que va de año, los bomberos ya han tenido que rescatar a un centenar de excursionistas, una treintena de escaladores y una quincena de esquiadores. A ellos hay que sumar a los practicantes de parapente, de ala delta, a las víctimas de aludes y a los practicantes de descenso de barrancos. Juntos suman unos 180 rescates. Las búsquedas menos urgentes, que se contabilizan aparte, ascienden a 69. En cifras globales, los rescates y los salvamentos aumentaron el 22% en 1999 respecto al año anterior.Para actuar en rescates, los Bomberos de la Generalitat cuentan desde hace cinco años con el Grupo de Refuerzo para Actividades Especiales (GRAE), integrado por más de 40 personas. El oficial de este grupo, Agustí Gatell, reconoce que en los últimos años se ha observado un incremento de la preparación física y técnica, tanto en escaladores como espeleólogos. No obstante, muchos practicantes de deportes de aventura continúan arriesgándose en exceso a la hora de subir a la montaña. "Mucha gente no se informa suficientemente antes de iniciar una travesía", asegura Gatell.

Sistema de aviso

En la montaña, algunos excursionistas están cometiendo, en opinión de los expertos, "auténticas barbaridades" que ponen en riesgo sus vidas. Los guardas de los refugios dan fe de ello. Joan Manel Arroyo, uno de los responsables del refugio de Vall Ferrera (Pallars Sobirà), reclama que los excursionistas se informen más acerca de las rutas y de la preparación y el material que requieren. "Mucha gente que sube, sobre todo en verano, no sabe a dónde va". Ello se nota en su falta de preparación: "Algunos emprenden caminatas de 10 horas con unas simples zapatillas deportivas. Y claro, se hacen daño".La meteorología es otro problema que ocasiona muchas emergencias. Las tormentas que suelen afectar a las zonas de montaña las tardes de verano son una trampa para muchos excursionistas. Para evitarlas, hay que madrugar. "Mucha gente se levanta tarde, desayuna tranquilamente y se va a subir a un pico a media mañana, como si fueran a la playa" explica el guarda. Luego, cuando la tormenta de la tarde les pilla, "muchos no traen ni un simple chubasquero" asegura Gatell.

Un rescate en la montaña cuesta un promedio de 500.000 pesetas

Los bomberos especializados en rescates temen el verano. Y los fines de semana con puentes. En estos periodos se concentran la mayor parte de los accidentes de montaña y casi siempre en los mismos puntos.Es por eso poe lo que casi todos los refugios del Pirineo ya cuentan con un sistema de aviso conectado directamente con los bomberos para dar mayores facilidades a aquellos que necesiten ayuda.

También los barrancos más frecuentados cuentan desde hace dos años con pulsadores de emergencia, unos artilugios similares a los postes de socorro de las autopistas, que ya han salvado más de una vida. Ahora, los bomberos estudian ampliar este servicio a los refugios de la montaña de Montserrat, donde también se producen numerosos accidentes entre escaladores.

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