Disciplinas que se dan la espalda

Tradicionalmente la arquitectura y la ingeniería han sido dos disciplinas muy diferenciadas. La Universidad no tiene capacidad para integrar ambas enseñanzas y sigue viviendo de las antiguas especulaciones de los gremios. La legislación española también marca la diferencia: en la ejecución de un edificio quien firma el proyecto es un arquitecto aunque luego la responsabilidad civil se atribuya a todos los profesionales que han intervenido en la obra. El difícil equilibrio entre ambas disciplinas centró el debate sobre la integración entre ingeniería y arquitectura que se celebra en la UIMP y e...

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Tradicionalmente la arquitectura y la ingeniería han sido dos disciplinas muy diferenciadas. La Universidad no tiene capacidad para integrar ambas enseñanzas y sigue viviendo de las antiguas especulaciones de los gremios. La legislación española también marca la diferencia: en la ejecución de un edificio quien firma el proyecto es un arquitecto aunque luego la responsabilidad civil se atribuya a todos los profesionales que han intervenido en la obra. El difícil equilibrio entre ambas disciplinas centró el debate sobre la integración entre ingeniería y arquitectura que se celebra en la UIMP y en el que participan especialistas como los ingenieros J. J. Arenas o Clemente Lomba. El ingeniero Enzo Siviero, profesor de Construcción de la Escuela de Arquitectura de Venecia resumió así la distancia entre unos y otros en el curso: "El ingeniero resuelve problemas pero no sabe plantearlos. El arquitecto sabe plantearlos y no los resuelve", diagnosticó. "Bilbao con sus puentes y sus edificios es un repertorio de esta separación artificial entre arquitectos e ingenieros", afirmó el arquitecto Antonio Fernández Alba. "Ambas profesiones se necesitan para afrontar la complejidad de la metropóli contemporánea. El resultado no puede seguir siendo que unos se dediquen a calcular números y otros a hacer las cosas más o menos decorativas", añadió y basó la necesidad de unir ambas disciplinas eligiendo como ejemplo dos obras construidas recientemente en Bilbao. "El Puente de Euskalduna, de Javier Manterola, resuelve muy bien ambos intereses: es un mirador para contemplar la cuidad y a la vez un paso de peatones y vehículos, frente a la Pasarela de Zubi-Zuri, de Santiago Calatrava, un objeto precioso pero que su piso de vidrio provoca caídas a los peatones", dijo Fernández Alba.

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Manterola reconoció que ambas profesiones se ignoran. "Los ingenieros nos dedicamos a resolver problemas acuciantes, mientras que el arquitecto se ocupa de los planteamientos culturales. Pero sus mundos volverán a unirse". Dejó caer también una crítica hacia los profesionales estrella de ambas ramas: "Hoy la apariencia es fundamental y se deslizan muchos camelos de quien tiene gracia para hacerlos, de quien trata de conseguir esa apariencia frente a la sustancia".

En el conjunto de Europa la distancia entre ambas disciplinas difiere. El ingeniero portugués Antonio Aldao explicó que "Alemania es el país donde existe mayor comunión entre arquitectos e ingenieros, frente a Portugal donde la distancia es enorme. España estaría en medio". Llamentó, sin embargo, que en España a la hora de construir un edificio pesara tanto la opinión del constructor. "No hay más que ver que las grandes fortunas en los últimos tiempos se hayan conseguido gracias a la construcción".

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