Denuncia anticipada en la Red

La Red recibió antes que nadie un aviso sobre las andanzas de esta pareja de novios veinteañeros de Sevilla en la que él aportaba su experiencia, pues había trabajado para Airtel, y ella llevaba la contabilidad de sus manejos. José González, de Barcelona, tras ver una de sus ofertas en un portal de Internet, les compró una veintena de tarjetas con 14.000 pesetas en llamadas. Le decían que le costaban tan sólo 1.900 pesetas cada una y les puso una transferencia bancaria.Los ahora detenidos -que daban direcciones falsas para intentar ocultar su rastro lo más posible- le enviaron las tarjetas, sí...

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La Red recibió antes que nadie un aviso sobre las andanzas de esta pareja de novios veinteañeros de Sevilla en la que él aportaba su experiencia, pues había trabajado para Airtel, y ella llevaba la contabilidad de sus manejos. José González, de Barcelona, tras ver una de sus ofertas en un portal de Internet, les compró una veintena de tarjetas con 14.000 pesetas en llamadas. Le decían que le costaban tan sólo 1.900 pesetas cada una y les puso una transferencia bancaria.Los ahora detenidos -que daban direcciones falsas para intentar ocultar su rastro lo más posible- le enviaron las tarjetas, sí, pero por valor de 4.000 pesetas en llamadas cada una. González no perdía dinero, pero puso en la red un mensaje de peligro sobre esta pareja y sus ventas.

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González advertía ayer desde su teléfono móvil sobre los peligros que pueden surgir del comercio entre particulares en Internet. Si lo comprado y lo que le llega a uno es distinto, ¿a quién reclamar?

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