La multiplicación de los peces

Un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), publicado en 1996, afirma que el 70% de las reservas de los caladeros marítimos se encuentran a unos niveles de explotación "próximos o superiores al máximo rendimiento sostenible". Las causas hay que buscarlas en la esquilmación continuada del fondo marino, debido a la práctica de técnicas de pesca agresiva con el medio, como la pesca de arrastre, cerco o palangre, y en la degradación del agua por la contaminación industrial, urbana y agraria.La FAO alertó entonces a las organizaciones internacional...

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Un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), publicado en 1996, afirma que el 70% de las reservas de los caladeros marítimos se encuentran a unos niveles de explotación "próximos o superiores al máximo rendimiento sostenible". Las causas hay que buscarlas en la esquilmación continuada del fondo marino, debido a la práctica de técnicas de pesca agresiva con el medio, como la pesca de arrastre, cerco o palangre, y en la degradación del agua por la contaminación industrial, urbana y agraria.La FAO alertó entonces a las organizaciones internacionales y gobiernos sobre la necesidad de crear medidas de control que permitieran la regeneración de los caladeros, como el establecimiento de vedas, paros biológicos, y cuotas de producción, que frenaran la degradación del hábitat marino. El sector más perjudicado por esta situación era, y sigue siendo, el de la pesca tradicional.

Ante esta perspectiva se impone la necesidad de buscar nuevos sistemas de producción, como la cría de peces en cautividad. Una práctica que, según Miguel Jover, ingeniero agrónomo y miembro del equipo de investigación de la acuicultura de la Universidad Politécnica de Valencia, "debe servir de complemento a las especies que se capturan con la pesca tradicional".

Jover participa en un proyecto sobre la alimentación y sistemas de producción de la acuicultura que desarrolla la Escuela Politécnica Superior de Gandia, dependiente de la Politécnica, en colaboración con la Granja Marina Safor y la Consejería de Agricultura y Pesca. Dicho programa, coordinado desde los departamentos de Ciencia Animal y de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia, es pionero en España en la investigación de la cría de peces en el propio medio, fuera del laboratorio. La Granja Marina Safor, dedicada a la producción de lubinas y doradas, cedió hace dos años a la universidad ocho jaulas para el desarrollo del estudio.

Desde hace unos días, el programa cuenta con un nuevo equipo de sonar de última generación, que ha sido donado por la empresa Simrad Spain, con sede en Noruega y pionera en la aplicación del campo de ultrasonidos a la investigación submarina, a la Escuela Politécnica Superior de Gandia. Un aparato de ultrasonidos instalado en las jaulas permitirá detectar el número y tamaño de peces que se encuentran en las redes, y enviará la información a un ordenador del departamento de física aplicada, comunicaciones y electrónica ubicado en el centro universitario.

Hasta ahora, los responsables del mantenimiento de la granja marina gandiense, un biólogo y ocho buzos, debían desplazarse casi a diario a las instalaciones, ubicadas a unos dos kilómetros del puerto, para hacer un seguimiento del desarrollo de los peces y su nutrición. El nuevo mecanismo de ultrasonidos permite controlar la producción en cada momento del día y la evolución de la biomasa en las jaulas, facilitando las tareas de alimentación y mejorando la gestión de la piscifactoría. Ahora bien, el equipo sólo cuenta con un detector acústico para las 24 jaulas de que dispone la granja marina. La Universidad Politécnica de Valencia espera la involucración del Impiva en el programa con la adquisición de nuevos aparatos, que posibilitará a los investigadores tener un equipo fijo en las jaulas, y llevar un control más exhaustivo de la producción desde el centro de coordinación de datos.

En la costa valenciana, trabajan en la actualidad en pleno rendimiento cuatro piscifactorías, ubicadas en La Vila Joiosa, El Campello, Burriana, y Gandia. Las investigaciones actuales en acuicultura se están extendiendo a nuevas especies como el pulpo, el atún y el lenguado. "El futuro de la pesca", apunta Jover, "se encuentra en limitar las capturas e incrementar la oferta a través de la acuicultura".

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