La empresa ESB replica que antes de optar por Amorebieta estudió 12 ubicaciones y que el Gobierno conoció cada paso

Philip Clarke, director de Desarrollo de la firma irlandesa ESB (Electricity Supply Board), que quiere desarrollar un planta de generación eléctrica por ciclo combinado, precisó ayer que, antes de optar por la ubicación del polígono industrial de Boroa (Amorebieta) para el proyecto, estudiaron un total de 12 emplazamientos en Vizcaya, incluido el Puerto de Bilbao. Clarke indicó igualmente que durante los dos últimos años han acometido todas sus actuaciones "con un respeto absoluto al marco legal" y que en todo momento han mantenido informadas a las administraciones vascas de cada paso.Estas pa...

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Philip Clarke, director de Desarrollo de la firma irlandesa ESB (Electricity Supply Board), que quiere desarrollar un planta de generación eléctrica por ciclo combinado, precisó ayer que, antes de optar por la ubicación del polígono industrial de Boroa (Amorebieta) para el proyecto, estudiaron un total de 12 emplazamientos en Vizcaya, incluido el Puerto de Bilbao. Clarke indicó igualmente que durante los dos últimos años han acometido todas sus actuaciones "con un respeto absoluto al marco legal" y que en todo momento han mantenido informadas a las administraciones vascas de cada paso.Estas palabras son la respuesta a las manifestaciones del consejero de Industria, Josu Jon Imaz, que dijo que ESB debía buscar otro emplazamiento diferente al de Boroa para ubicar su planta, ante la oposición, tanto social como municipal, que el proyecto ha despertado en Amorebieta. Imaz no precisó si el asentamiento alternativo se encontraría en territorio vasco o bien la compañía debería barajar otras áreas geográficas.

Los responsables de ESB, con un claro tono de reproche, indicaron que las administraciones vascas (el Gobierno y la Diputación de Vizcaya) conocen que la elección de Amorebieta "se adoptó porque quedaba fuera de toda duda que es la mejor ubicación desde el punto de vista medioambiental y de manera muy especial por la facilidad de conexión con la red de alta tensión". Desde ESB se apunta que buscar un nuevo emplazamiento para el proyecto implica que se pierdan dos años de trabajo, factor que es aún más grave "en un mercado en abierta competencia". En este contexto recuerdan que el proceso de elaboración del informe de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) "es complicado, minucioso y largo", siendo el suyo "especialmente meticuloso".

Por ello, ESB dice no entender que los grupos contrarios a la ejecución del proyecto no esperen a que las autoridades den a conocer las conclusiones de la declaración medioambiental. No obstante, los promotores de la planta indican que están "preparados para considerar cualquier propuesta".

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