Los analistas dan por segura una subida de tipos del BCE en junio

Pocas veces han estado tan convencidos los expertos y los analistas del mercado financiero de que el Banco Central Europeo (BCE) subirá los tipos de interés en la próxima reunión del próximo día 8 de junio. Sin embargo, los analistas no se atreven a medir las consecuencias en el euro de una subida del precio del dinero en un cuarto de punto, hasta el 4%.Hay que recordar que un nuevo incremento en la masa monetaria en la eurozona hasta el 6,5% en el pasado mes de abril, dos puntos por encima del valor recomendado por el Banco Central Europeo, puede convertirse en el último elemento que influirá...

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Pocas veces han estado tan convencidos los expertos y los analistas del mercado financiero de que el Banco Central Europeo (BCE) subirá los tipos de interés en la próxima reunión del próximo día 8 de junio. Sin embargo, los analistas no se atreven a medir las consecuencias en el euro de una subida del precio del dinero en un cuarto de punto, hasta el 4%.Hay que recordar que un nuevo incremento en la masa monetaria en la eurozona hasta el 6,5% en el pasado mes de abril, dos puntos por encima del valor recomendado por el Banco Central Europeo, puede convertirse en el último elemento que influirá en la autoridad monetaria europa para decidir una nueva subida de tipos.

Este último indicador confirma que la liquidez en la zona euro sigue siendo alta, tal y como revelan los datos de créditos concedidos a las empresas y a las familias, que crecieron el 10,35 en abril frente al 9,7% en marzo.

Aunque nadie es capaz de cifrarlo, lo cierto es que el euro está marcando el paso al que le obliga el dólar. El BCE ha sostenido que, en buena medida, la debilidad del euro no es más que la consecuencia de un dólar fuerte, arropado durante muchos meses por una bonanza de la economía estadounidense sin precedentes y que la divisa europea se halla infravalorada.

El propio presidente del Bundesbank alemán, Ernst Welteke, situaba esta infravaloración entre el 20% y el 30% y se apoyaba para decir esto en cálculos de la propia entidad, así como de otras instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Welteke recurría de nuevo al instrumento de intervención de los mercados de divisas de que dispone el BCE para respaldar el euro, que no se ha empleado hasta ahora, posiblemente por el temor a su ineficacia si no se actúa de forma concertada con los bancos centrales de Estados Unidos y de Japón. Incluso existen serias dudas de que una intervención concertada pudiera dar los frutos que se persiguen en los mercados de divisas.

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