Los sindicatos responderán con movilizaciones a la liberalización de los horarios comerciales

La Cámara de Comercio de Valenciano participa en la ronda de consultas que el Consell sostiene con las organizaciones afectadas por una eventual liberalización de los horarios comerciales. Pero su presidente, Arturo Virosque, reconoció ayer como inevitable la ampliación de horarios de los establecimientos. Una posibilidad a la que se oponen los sindicatos mayoritarios UGT y CC OO, quienes ayer advirtieron al director general de Comercio, Joaquín Berenguer, de que se movilizarán contra la liberalización. El director respondió que la última palabra la tiene el Gobierno central.

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La Cámara de Comercio de Valenciano participa en la ronda de consultas que el Consell sostiene con las organizaciones afectadas por una eventual liberalización de los horarios comerciales. Pero su presidente, Arturo Virosque, reconoció ayer como inevitable la ampliación de horarios de los establecimientos. Una posibilidad a la que se oponen los sindicatos mayoritarios UGT y CC OO, quienes ayer advirtieron al director general de Comercio, Joaquín Berenguer, de que se movilizarán contra la liberalización. El director respondió que la última palabra la tiene el Gobierno central.

Los sindicatos mayoritarios valencianos manifestaron al director general de Comercio, con quien se reunieron por la mañana, que responderán con movilizaciones a cualquier intento del Gobierno central de liberalizar los horarios comerciales. Los representantes de UGT y CC OO lamentaron al término del encuentro las escasas oportunidades que tienen de dialogar con la Administración acerca de un asunto tan polémico y de tanta repercusión como los horarios comerciales. La reunión de ayer se produjo, de hecho, a instancias de los sindicatos. El responsable de la Federación de Comercio de CC OO, José Martínez Barceló, mostró su "desilusión" por la negativa de la Dirección General de Comercio a convocar una reunión en la que estén todos los sectores afectados por la posible liberalización. La petición sindical contrasta con la postura de Berenguer, que prefiere escuchar por separado las opiniones de las organizaciones. Los sindicatos no entienden la postura de la Generalitat.

Berenguer se comprometió a trasladar al Gobierno central la postura mayoritaria de los agentes afectados "si no se llegara a un acuerdo". La última palabra en la regulación de horarios comerciales es, según subrayó el director general, de Madrid. En cualquier caso, Berenguer duda que en los planes del Gobierno esté una total desregulación del sector comercial.

Los sindicatos se entrevistarán mañana con las ocho asociaciones de comercio valencianas que el pasado 16 de mayo suscribieron un manifiesto conjunto contra la libertad horaria. En aquel documento, los firmantes pedían a la Administración que mantenga en ocho el número de domingos y festivos anuales que se abre al público, y defendían que la liberalización perjudica al pequeño y mediano comercio valenciano, que tiene mayor cuota de mercado y emplea a más gente que las grandes superficies.

En contrapartida, los comerciantes se mostraron dispuestos a aumentar en 18 horas la jornada comercial semanal. Los sindicatos, unidos al pequeño comercio contra la liberalización, no comparten, sin embargo, este último punto. Éste será precisamente uno de los puntos de debate en la reunión que mantendrán mañana los sindicatos y las asociaciones de comerciantes.

El presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, Arturo Virosque, se sumaba ayer con cierta cautela al polémico debate sobre los horarios comerciales. Virosque reconoció que la Cámara, que reúne a grandes y pequeños comerciantes, no ha sido llamada a consultas por la Generalitat. Más que una crítica velada, de la declaración de Virosque se deducía un cierto respiro. "Es una cuestión muy problemática", dijo el presidente cameral.

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Legislación comparada

Pero Virosque, que presentó una guía de legislación comparada sobre comercio interior, no escondió, sin embargo, que el entorno aboca a la ampliación y la liberalización de los horarios comerciales. "Habrá que reformar la ley o las grandes superficies se lo llevarán todo", explicó. El cambio de hábitos sociales apunta de igual modo a que los comercios abran más horas. "Hay que facilitar las compras a los ciudadanos, especialmente a las mujeres trabajadoras; no podemos tener los mismos horarios que hace una década", declaró.

Su homólogo en Alicante, Luis Esteban, manifestó, por su parte, que la institución no ha consensuado todavía una postura y que el día 6 de junio se reunirá con los pequeños y medianos comerciantes para estudiar la cuestión.

El secretario general de Facpyme -una de las ocho organizaciones firmantes del manifiesto contra la liberalización-, Francisco Rovira, se reafirmó ayer en su postura e insistió en que los comerciantes de Alicante mantienen su oposición a la desregulación horaria. Rovira considera que la actual legislación -apertura de ocho domingos y festivos al año- es suficiente. No obstante, en estos momentos, Facpyme está pendiente todavía de reunirse con la Generalitat y los sindicatos.

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