SALUD

Cerca de 200 nuevos casos cada año

La enfermedad de Buerger o tromboangitis obliterante es una patología vascular inflamatoria oclusiva que afecta a las arterias de pequeño y mediano tamaño y a las venas de las extremidades superiores e inferiores. A medida que la tromboangitis evoluciona se produce necrosis y se puede llegar a la amputación de dedos y extremidades. La primera acción terapéutica es dejar de fumar, lo que en la gran mayoría de casos mejora la situación del paciente o al menos lo estabiliza.Aunque tiene la etiqueta de patología exótica y desconocida, Sanidad contabiliza cada año cerca de 200 nuevos casos. Concret...

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La enfermedad de Buerger o tromboangitis obliterante es una patología vascular inflamatoria oclusiva que afecta a las arterias de pequeño y mediano tamaño y a las venas de las extremidades superiores e inferiores. A medida que la tromboangitis evoluciona se produce necrosis y se puede llegar a la amputación de dedos y extremidades. La primera acción terapéutica es dejar de fumar, lo que en la gran mayoría de casos mejora la situación del paciente o al menos lo estabiliza.Aunque tiene la etiqueta de patología exótica y desconocida, Sanidad contabiliza cada año cerca de 200 nuevos casos. Concretamente, en 1998 se detectaron 188, cifra que en 1997 se elevó a 198.

Esta enfermedad se relaciona a factores genéticos y se sabe que es más frecuente en Asia. Afecta básicamente a varones fumadores entre los 20 y los 45 años, y sólo un 5% de los casos son mujeres.

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Ángela Ávila es uno de ellos, la segunda persona con Buerger que, tras José Calderón, ha demandado a Tabacalera al responsabilizarla de su mal. "Todo empezó el verano de 1996, cuando me hice un corte en un dedo del pie. Al ver que no se me curaba, me hospitalizaron y acabaron amputándome la pierna. Al año siguiente me quitaron la otra", explica Ávila.

Los médicos de esta murciana residente en Calvià (Palma de Mallorca) declararán sobre su enfermedad el próximo miércoles en el juzgado de primera instancia número dos de Palma. Son los doctores Gómez Ruiz y Lozano Vilardel, que la atienden en el hospital Son Dureta. "Siempre me han dicho que lo que tengo es por fumar. Y si ahora un juez dice lo contrario, soy capaz de tirarme por el balcón", dice. Su abogado, Jaime Bueno, reclama a Tabacalera 150 millones de pesetas como compensación a los daños físicos y psíquicos que ha ocasionado a Ávila el consumo de una cajetilla y media de Ducados durante más de 20 años. Bueno y el abogado de Calderón, Javier San Martín, se han puesto en contacto para ayudarse mutuamente en sus procesos judiciales.

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