El vendaval francés de diciembre pasado pone en crisis al sector maderero navarro
Los ayuntamientos sufren pérdidas millonarias por la bajada de precios
Los efectos del vendaval que azotó Francia entre los días 26 a 29 de diciembre pasado han comenzado a provocar pérdidas millonarias en el sector forestal de Navarra. El descenso del precio de la madera es tan fuerte por la gigantesca cantidad de árboles derribados en el país galo (140 millones de metros cúbicos) que las explotaciones forestales navarras comienzan a enfrentarse como pueden a una fuerte crisis que se prolongará aún varios años. También el tejido industrial maderero de Navarra está en peligro.
Desde principios de 2000, numerosos ayuntamientos y localidades navarras de la m...
Los efectos del vendaval que azotó Francia entre los días 26 a 29 de diciembre pasado han comenzado a provocar pérdidas millonarias en el sector forestal de Navarra. El descenso del precio de la madera es tan fuerte por la gigantesca cantidad de árboles derribados en el país galo (140 millones de metros cúbicos) que las explotaciones forestales navarras comienzan a enfrentarse como pueden a una fuerte crisis que se prolongará aún varios años. También el tejido industrial maderero de Navarra está en peligro.
Desde principios de 2000, numerosos ayuntamientos y localidades navarras de la mitad norte de la comunidad, fundamentalmente de los valles de Roncal, Salazar, Aezkoa, Bortziriak, Baztán, sierra de Lokiz y otros, con una fuerte actividad de explotación maderera, han decidido congelar la extracción de árboles y han suspendido las tradicionales subastas anuales. Quienes las han realizado, como el Ayuntamiento de Etxalar, han obtenido cifras un 30% más bajas que otros ejercicios. Las pérdidas comienzan a acumularse.Según los informes recabados por organismos franceses, el huracán de diciembre derribó árboles que sumaron 140 millones de metros cúbicos de madera. Las pérdidas son equiparables a la extracción total de madera en el país vecino durante tres o cuatro años.
La importancia de las cifras la da el hecho de que en Navarra, durante 1999, se extrajeron 286.786 metros cúbicos de madera, lo que supone apenas un 0,2% de los derribos habidos en Francia en tres días. Las subastas francesas con madera de muy alta calidad (roble y haya) comenzaron pronto, dada la urgencia de retirar la madera para evitar que se pudra, y las repercusiones en Navarra no se han hecho esperar. En estas condiciones ni la madera se puede vender ni las empresas dedicadas a la extracción pueden trabajar, salvo que se desplacen a cortar madera francesa, donde se ofertan altas calidades más baratas y hay mejores condiciones laborales. Algunas empresas que habitualmente se dedican a la extracción de la madera navarra se están desplazando ya a Francia. Según los datos del Plan Forestal de Navarra, existen en la Comunidad foral unas 60 empresas con más de 200 trabajadores en conjunto.
Drástica disminución
Los 600 millones de pesetas que anualmente obtiene el medio centenar de municipios navarros que concentra el 90% de la producción maderera de haya se verán este año drásticamente disminuidos. O sacan la madera a casi la mitad de su precio para poder competir con Francia, o no la cortan. En Eugui, valle de Esteribar, con 350 vecinos, la madera representa el 70% del presupuesto. Este año no se ha talado un haya. En Urraúl Bajo la subasta quedó desierta. En Etxalar subastaron la madera caída y apenas la sacaron al 70% del precio del año anterior. No han talado un solo pino insignis, que es el árbol con el que trabajan mayoritariamente.
El Gobierno, a través del Consejo Asesor Forestal, está siguiendo detalladamente la crisis. Aunque aún es pronto para evaluar completamente sus repercusiones, una de las decisiones adoptadas ha sido la de aumentar los plazos de aprovechamiento con el fin de que el mercado siga manteniendo algo de madera procedente de Navarra. Sobre todo para las empresas que no hayan podido desplazarse a Francia, cuya viabilidad, según fuentes gubernamentales, está en peligro y cuyos trabajadores podrían decidir reubicarse profesionalmente en otros sectores productivos.
Desde el Departamento de Ordenación del Territorio se ha garantizado la realización de trabajos silvícolas de calidad en determinadas zonas. Si como prevé la FAO (Organización para la agricultura y alimentación de la ONU), esta situación dura unos tres años las empresas navarras no harán negocio en ese plazo. Sin embargo, una vez transcurrido este tiempo, los precios de la madera navarra se verán incrementados debido a la falta de la misma en Francia.
La Federación Navarra de Municipios y Concejos ha solicitado al Gobierno navarro que estudie mecanismos de compensación ante la pérdida adquisitiva de ayuntamientos y otras entidades locales.
Los descensos de precio han afectado menos al roble, árbol más resistente, y bastante más al haya y al pino. Al contrario que el resto del sector, las serrerías gozarán de unos ejercicios con madera abundante y mucho más barata procedente de Francia.