Un lujo

Fue un lujo, absolutamente, el concierto de Vicente Amigo que clausuró las XVI Jornadas Flamencas de Fuenlabrada. Siempre es gratificante oír a un guitarrista de tal categoría y esa noche lo fue más aún.Amigo es uno de los músicos que hoy están marcando pautas en el toque flamenco. Tiene una rara capacidad para transitar por todas las gamas del toque, desde los temas rápidos y con mucho ritmo a los lentos más profundos y sentidos. Si en los primeros hace gala de un endiablado dominio técnico para dar su sitio a cada nota, por muchas que sean las notas y la velocidad de ejecución a que le oblig...

Fue un lujo, absolutamente, el concierto de Vicente Amigo que clausuró las XVI Jornadas Flamencas de Fuenlabrada. Siempre es gratificante oír a un guitarrista de tal categoría y esa noche lo fue más aún.Amigo es uno de los músicos que hoy están marcando pautas en el toque flamenco. Tiene una rara capacidad para transitar por todas las gamas del toque, desde los temas rápidos y con mucho ritmo a los lentos más profundos y sentidos. Si en los primeros hace gala de un endiablado dominio técnico para dar su sitio a cada nota, por muchas que sean las notas y la velocidad de ejecución a que le obliguen, en estilos como la soleá, donde debe serenar los ánimos y ensimismarse en la guitarra, obtiene sonidos de tal intensidad y belleza que emocionan incluso a los no adictos a este arte. Arte muy difícil, ya lo sabemos, en el que sólo intérpretes y compositores de excepcional clase están dotados para transmitir sensaciones de semejante calibre.