Oportunidad perdida

El Príncipe Felipe ha clausurado estos días pasados en Montevideo una muestra de la obra del arquitecto valenciano Santiago Calatrava. Aun con la singular participación de la Casa Real, el acto pudo inscribirse en la larga nómina de actividades culturales que la Generalitat desarrolla por esos mundos. En esta ocasión, sin embargo, concurrieron cinco presidentes hispanoamericanos, reunidos a propósito del relevo de quien ha venido siéndolo de Uruguay, Julio María Sanguinetti, por Jorge Batlle. Toda una cumbre del más alto nivel, con una notabilísima impronta española y valenciana. Me pregunto y...

El Príncipe Felipe ha clausurado estos días pasados en Montevideo una muestra de la obra del arquitecto valenciano Santiago Calatrava. Aun con la singular participación de la Casa Real, el acto pudo inscribirse en la larga nómina de actividades culturales que la Generalitat desarrolla por esos mundos. En esta ocasión, sin embargo, concurrieron cinco presidentes hispanoamericanos, reunidos a propósito del relevo de quien ha venido siéndolo de Uruguay, Julio María Sanguinetti, por Jorge Batlle. Toda una cumbre del más alto nivel, con una notabilísima impronta española y valenciana. Me pregunto yo, sin entrar en valoración alguna, cómo ha desaprovechado tan fausta oportunidad un viajero tan animoso como es el titular de la Generalitat, Eduardo Zaplana. ¿Acaso no se ha permitido dejar de su mano, siquiera por un par de días o tres, al candidato de su partido, Francisco Camps? Paradójico criterio el del Molt Honorable, que igual viaja a Japón, Canadá o Escandinavia sin motivo claro y, en cambio, deja pasar tan rara ocasión.