MONUMENTAL DE MÉXICO

Caballero y los mansos Título]

Y aún hay figuras que dicen que no pudieron triunfar porque sus toros eran descastados y mansos. Estos diestros deberían haber observado el domingo pasado a Manuel Caballero enfrentarse a dos peligrosos mansos de solemnidad con los que dio una cátedra de lidiador y a los que les cortó las orejas. Con señorío recibió al bravo segundo, aplaudido en el arrastre, y le engarzó limpias verónicas. Convertido en poste se enrolló al adversario en aterciopeladas chicuelinas que calentaron el ambiente. Garboso inició su trasteo con ayudados por bajos y prosiguió con doblones con la mano izquierda. En un ...

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Y aún hay figuras que dicen que no pudieron triunfar porque sus toros eran descastados y mansos. Estos diestros deberían haber observado el domingo pasado a Manuel Caballero enfrentarse a dos peligrosos mansos de solemnidad con los que dio una cátedra de lidiador y a los que les cortó las orejas. Con señorío recibió al bravo segundo, aplaudido en el arrastre, y le engarzó limpias verónicas. Convertido en poste se enrolló al adversario en aterciopeladas chicuelinas que calentaron el ambiente. Garboso inició su trasteo con ayudados por bajos y prosiguió con doblones con la mano izquierda. En un mismo sitio corrió la mano en naturales que acompasaba al ritmo de la embestida del astado cargando la suerte. Hubo petición mayoritaria pero, inexplicablemente, el juez de plaza negó el trofeo. Al esperar al descompasado y rabioso cuarto, pitado en el arrastre, éste se le coló y lo achuchó. Sin inmutarse, el albaceteño lo bregó y terminó desengañando al bicho, que en el segundo tercio desarrolló mucho sentido. Persiguió a Carmelo Sánchez, que colocó el primer par y que se libró de un percance por el oportuno quite que le hizo Gonzalo González y, al sentir el tercer par, arrolló a Alfredo Acosta, que salió ileso. Caballero lo lidió sin quitarle la muleta de la cara, dándole la distancia adecuada y reponiéndose oportunamente. El resultado fue que le corrigió los bichos y el burel terminó obedeciendo al engaño. En estas condiciones armó una faena con tres series de armoniosos naturales que motivó que la banda tocara la diana y, andándole, al final le adornó con la vitolina.Al manso y también peligroso sexto, consintiéndolo y aguantándolo, lo lidió y terminó corrigiéndole sus defectos. Caballero disfrutó su faena, en la que ligó series de tersos derechazos y se metió en cristalinos naturales que hilvanó en varias tandas.

Xajay/ Zotoluco, Caballero Toros de Xajay justos, débiles 1º, 3º y 6º, con genio, encastados salvo 4º, peligroso, y 6º, manso; 1º y 3º fieros, 2º y 5º bravos

Este último mereció arrastre lento. Zotoluco: pinchazo -aviso-, estocada caída y dos descabellos (ovación y salida al tercio; dos pinchazos y metisaca (pitos); pinchazo y estocada trasera (división). Manuel Caballero: pinchazo y estocada tendida (petición, ovación y salida al tercio); estocada contraria (oreja); estocada desprendida (dos orejas). En el 4º se destocó el peón Gonzalo González por un oportuno quite. Monumental Plaza México, 6 de febrero, 15ª y penúltima corrida de la temporada, tres cuartos de entrada.

El cabeceo de chico que abrió plaza no lo pudo recoger el Zotoluco y hasta el final del muleteo, bajando la mano, logró dos templadas y artísticas series de redondos. Con el áspero tercero alargó su trasteo y aburrió al público.

Tuvo la oportunidad de triunfar con el bravo, pronto y emotivo quinto, pero no aprovechó la ocasión por no estructurar su labor. El problema de Zotoluco no es ni la falta de valor ni la falta de entrega, sino que no define su estilo. Esto es una lástima pues merece triunfar por su dedicación.

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