León pide la revisión de la financiación de las 4 universidades El rector del centro leonés critica la discriminación presupuestaria de su centro

El rector de la Universidad de León, Julio César Santoyo, ha reclamado a la Junta de Castilla y León una revisión a fondo de la financiación pública de las cuatro universidades de la comunidad (Burgos, León, Salamanca y Valladolid). Santoyo asegura que con el nuevo modelo de financiación establecido por la Administración regional, que reparte el presupuesto según el número de créditos y no de alumnos, León pierde 573 millones de pesetas y cada alumno recibe menos dinero que los de las otras universidades de la comunidad.

El rector leonés, Julio César Santoyo -apoyado por la Junta de Gob...

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El rector de la Universidad de León, Julio César Santoyo, ha reclamado a la Junta de Castilla y León una revisión a fondo de la financiación pública de las cuatro universidades de la comunidad (Burgos, León, Salamanca y Valladolid). Santoyo asegura que con el nuevo modelo de financiación establecido por la Administración regional, que reparte el presupuesto según el número de créditos y no de alumnos, León pierde 573 millones de pesetas y cada alumno recibe menos dinero que los de las otras universidades de la comunidad.

El rector leonés, Julio César Santoyo -apoyado por la Junta de Gobierno de la Universidad, el Consejo Social, partidos políticos y diversos colectivos ciudadanos-, acepta en líneas generales el modelo de financiación aprobado para el año 2000, pero dice sentirse "estafado" al estudiar el reparto realizado. Asegura que en la subvención de 5.180 millones de pesetas destinada a su centro se le han "hurtado" 573 millones de pesetas, según sus cálculos. La Junta de Castilla y León ha aprobado este curso un nuevo modelo de financiación, tras cinco años de debates, basado en un estudio encargado al Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas hace unos años. El informe establece, entre otras cuestiones, un reparto de los presupuestos basado en el número de créditos en los que se hayan matriculado los alumnos de cada universidad y no en el número de estudiantes, como se suele hacer en la mayoría de las comunidades.

El resto de los rectores de Castilla y León no ha manifestado públicamente rechazo alguno hacia el nuevo sistema. No obstante, la Dirección General de Universidades de la Junta ha advertido que el tema no está completamente cerrado, ya que aún se están llevando a cabo modificaciones de última hora para evitar desfases y déficit.

Santoyo afirma que, si se hacen las cuentas según el nuevo sistema, la subvención que recibe la Universidad de León por cada alumno matriculado (que cuenta con 15.426 estudiantes) es 37.160 pesetas inferior a lo que recibe la Universidad de Valladolid.

El rector leonés dice que se ha visto sorprendido, además, por un fenómeno que hasta ahora nadie de la Administración regional le ha sabido explicar: la disparidad en el número de créditos por alumno entre las universidades de la región. Mientras que en la Universidad de León el número medio de créditos por alumno es de 58, en las universidades de Valladolid y Salamanca es de 63 y 65, respectivamente.

Esto hace que, con el nuevo sistema de reparto adoptado por la comunidad, aumenten sensiblemente las subvenciones en los casos de esas dos universidades (que ascienden para el año 2000 a 12.227 y 11.824 millones de pesetas, respectivamente), y también se incrementa el desfase económico de León, que, si llegara a la media de los créditos de las otras universidades, recibiría 500 millones de pesetas más.

A juicio del director general de Universidades de Castilla y León, Juan José Mateos, la diferencia en el número de créditos tiene "un origen claro en que los alumnos de la Universidad de León se matriculan menos, bien porque hay un mayor número de suspensos o bien porque tardan más tiempo en acabar la carrera". Estas afirmaciones son rechazadas de forma tajante por el rector.

Las ayudas públicas de las cuatro universidades recogidas en los presupuestos de este año alcanzan los 33.000 millones de pesetas, con un 10% de incremento medio respecto al año anterior. En el caso de León, el aumento es de un 9,8%, y en el de Valladolid y Salamanca, de un 9,7% y un 12%, respectivamente. Las cuatro universidades cuentan hoy con 91.558 alumnos, con una pérdida respecto al pasado curso de casi 1.000 matriculaciones en Valladolid y Salamanca. En 1991, esta primera universidad tenía cerca de 46.000 matriculaciones, un dato como mínimo inquietante. Desde hace varios cursos, sólo las jóvenes universidades de Burgos y León incrementan sus alumnos año a año.

Pérdida de estudiantes

Mateos rechaza supuestos agravios comparativos y afirma que Valladolid tiene mayor financiación por alumno "porque ha perdido estudiantes". Esta pérdida supone que sus alumnos están mejor financiados. Mateos ha afirmado que el hecho de que al perder estudiantes se reparta el mismo dinero entre menos no quiere decir que se prime a las universidades que pierden alumnos: "Se pierden alumnos, pero no tienen por qué perderse créditos".

El estudio de Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas sitúa el crecimiento de la Universidad de León (creada hace 20 años) entre los años 1990 y 1997 en un 51%. En ese mismo periodo establece el crecimiento de la de Salamanca en un 28% y, en los últimos tres años, el de la joven Universidad de Burgos, en un 6,2%.

La Universidad leonesa mantiene unos recursos propios relativamente estables, en torno a las 100.000 pesetas por alumno, próximos a la media de las universidades españolas. Según el estudio del Instituto Valenciano, es la universidad de la comunidad autónoma que más ha sufrido la reducción de cantidad transferida por alumno durante los últimos cinco años a los que se refiere el informe, habiendo pasado de 338.000 pesetas por estudiante en 1992 a 292.000 cinco años más tarde.

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