Alonso acusa a Educación de "arrinconar" el modelo A por fusionar dos centros

El alcalde de Vitoria, el popular Alfonso Alonso, acusó ayer al Departamento de Educación de estar "arrinconando" el modelo A en la enseñanza y pidió una reunión urgente con el consejero, Inaxio Oliveri, para tratar sobre el cierre de un centro de primaria que la consejería ha decidido fusionar con otro cercano. El alcalde ha interpretado el hecho como un ataque al modelo A (enseñanza en castellano con euskera como asignatura). Sin embargo, ambos colegios imparten sus clases ateniéndose a ese mismo modelo lingüístico. Alonso se reunió ayer con los padres y madres del centro llamado a desaparec...

El alcalde de Vitoria, el popular Alfonso Alonso, acusó ayer al Departamento de Educación de estar "arrinconando" el modelo A en la enseñanza y pidió una reunión urgente con el consejero, Inaxio Oliveri, para tratar sobre el cierre de un centro de primaria que la consejería ha decidido fusionar con otro cercano. El alcalde ha interpretado el hecho como un ataque al modelo A (enseñanza en castellano con euskera como asignatura). Sin embargo, ambos colegios imparten sus clases ateniéndose a ese mismo modelo lingüístico. Alonso se reunió ayer con los padres y madres del centro llamado a desaparecer, el colegio Santa María, que se niegan a llevar a sus hijos al previsto por Educación, el Ramón Bajo. Éste se ubica a unos 15 minutos andando del anterior, pero dentro del Casco Viejo.

Las familias han advertido de que ni siquiera piensan realizar las preinscripciones, que se abren el día 7. Pero sus razones parece tener más que ver con la distancia a los domicilios, las instalaciones, la inaccesibilidad para los autobuses y la ubicación -en una zona que consideran "conflictiva"- del centro que les destinan, que con las linguïsticas a las que el alcalde se refirió ayer. Alonso recalcó que la decisión dejará a Vitoria con sólo dos o tres centros de modelo A y que eso no garantiza la libertad de elección de los padres.

Los directores de ambos colegios respaldan la decisión de la fusión adoptada por Educación dada la escasez de alumnos (85 en el Santa María, 60 en el Ramón Bajo), pero ambos defienden que sea su colegio el receptor de los alumnos del otro.