La Audiencia de Sevilla archiva el caso de la mujer quemada en un parto

La Audiencia de Sevilla ha archivado definitivamente la causa por la vía Penal contra varios médicos y ATS del hospital Virgen Macarena, denunciados por un supuesto delito de lesiones por quemar con un bisturí eléctrico los muslos de una paciente a la que practicaron una cesárea. La Sección Cuarta no sólo archiva la causa sino que además considera que las quemaduras no fueron producidas por el bisturí sino por un "mal funcionamiento" de la llamada placa del bisturí, un elemento desechable que se coloca precisamente en la zona de los muslos donde la paciente presentó las cuatro quemaduras."Es o...

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La Audiencia de Sevilla ha archivado definitivamente la causa por la vía Penal contra varios médicos y ATS del hospital Virgen Macarena, denunciados por un supuesto delito de lesiones por quemar con un bisturí eléctrico los muslos de una paciente a la que practicaron una cesárea. La Sección Cuarta no sólo archiva la causa sino que además considera que las quemaduras no fueron producidas por el bisturí sino por un "mal funcionamiento" de la llamada placa del bisturí, un elemento desechable que se coloca precisamente en la zona de los muslos donde la paciente presentó las cuatro quemaduras."Es obvio que esta hipótesis no permite imputaciones de responsabilidad individual a ninguno de los miembros del equipo quirúrgico", dice el auto, que sin embargo mantiene abierta la posibilidad de que la paciente reclame una indemnización de tipo civil por las lesiones sufridas.

La paciente Ángeles R.A., asesorada por la Asociación de Víctimas de Negligencias Médicas, denunció al equipo quirúrgico del hospital Virgen Macarena que le había practicado una cesárea, porque tras la intervención sufrió tres quemaduras en un muslo y una en otro, ambas "extensas y redondeadas".

En contra del juez que archivó la causa en primera instancia, la Audiencia cree que el bisturí no fue la causa de las quemaduras, porque la punta de este instrumento habría dejado marcas menos extendidas y porque su alta temperatura de funcionamiento habría causado quemaduras de mayor intensidad.

Además, durante la operación las piernas de la paciente estaban tapadas por una sábana -según la sentencia- pero ninguno de los miembros del equipo apreció quemaduras en esta tela ni el olor que hubiese emanado de ellas.

Dado que fueron cuatro las quemaduras sufridas, la Audiencia dice que "habría que suponer que el bisturí permaneció encendido sobre los muslos de la paciente y que además alguien lo movió reiteradamente, o bien lo cogió y lo volvió a dejar en la misma zona corporal", dos versiones que los jueces consideran "inconcebible".

Por ello, la Audiencia rechaza la posibilidad de imputar responsabilidad a algún médico o ATS y se inclina por un "mal funcionamiento de la placa del bisturí", aunque al ser un elemento desechable tal hipótesis "no es segura, pero no podrá comprobarse nunca", por lo que los jueces rechazan también los careos entre los sanitarios presentes en el quirófano.

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