Salma Hayek atribuye el éxito latino a la mayor presencia de hispanos en EEUU

Salma Hayek Jiménez (Veracruz, 1966) eligió aceptar su papel en La gran vida, la primera película de Antonio Cuadri, porque admira a Carmelo Gómez. No conocía al director del filme, cuyo rodaje se ha iniciado esta semana en Madrid, pero había visto a Carmelo en las películas de Julio Médem La ardilla roja y Tierra, y confió en su instinto como intérprete. "Trabajo mejor en mi idioma", aseguró ayer la actriz, que se mostró encantada de estar en España. La actriz mexicana atribuyó ayer el éxito de lo latino a la mayor presencia de hispanos en Estados Unidos.

Llegó del brazo de Carmelo Góm...

Salma Hayek Jiménez (Veracruz, 1966) eligió aceptar su papel en La gran vida, la primera película de Antonio Cuadri, porque admira a Carmelo Gómez. No conocía al director del filme, cuyo rodaje se ha iniciado esta semana en Madrid, pero había visto a Carmelo en las películas de Julio Médem La ardilla roja y Tierra, y confió en su instinto como intérprete. "Trabajo mejor en mi idioma", aseguró ayer la actriz, que se mostró encantada de estar en España. La actriz mexicana atribuyó ayer el éxito de lo latino a la mayor presencia de hispanos en Estados Unidos.

Llegó del brazo de Carmelo Gómez, ataviada con pantalón y abrigo negro combinado con un pañuelo de estampado de leopardo, y derrochó simpatía. Como cualquier diva que se precie, Salma Hayek iba supermaquillada -ha volado desde Los Ángeles con su propia asistente- pero apenas se percibía un poco de carmín en los labios y algo de rímel en las pestañas. Debe andar por los 49 kilos de peso, pero al llegar a España sufrió su primera desilusión. "Venía pensando en la fabada y en los vinos del país", pero el realizador Antonio Cuadri la puso a dieta nada más ver su cintura de avispa. Sólo la consoló saber que Carmelo Gómez y Tito Valverde, los dos protagonistas masculinos de la película que produce César Benítez en colaboración con Tele 5, también tendrían que acatar la dieta mediterránea.Lo primero que sorprende de la bella actriz mexicana es su estatura. La protagonista de Desperado palía con unos altos y finos tacones su 1,52 metros. Ayer, junto a los protagonistas de La gran vida, se mostró como una profesional de las relaciones públicas. Contestó a todas las preguntas con la mejor de las sonrisas. La actriz minimizó el éxito de lo latino en EEUU y lo atribuyó a la capacidad de consumo de 32 millones de hispanos.

Entrega de premios

Salma Hayek bromeó sobre su presencia en España el próximo año para entregar el Goya al mejor actor a Carmelo Gómez. En la entrega de los premios del cine español de este año, que se dan hoy en Barcelona, no podrá estar por dificultades del rodaje, pero sí acudirá a la entrega de los Oscar, donde tiene encomendado presentar uno de los premios.

Sobre su papel en el filme español, que tiene un presupuesto de 700 millones de pesetas y una duración prevista para el rodaje de nueve semanas, Salma dijo que interpreta a una chica "con mucho carácter, muy atrevida, divertida y llena de sorpresas". Para preparar su papel en el filme, Salma, que se definió como una mujer "enormemente trabajadora y más lista que un ratón colorado", pidió que le pusieran un preparador físico que le ayudara a conseguir la vitalidad que necesita el personaje de Lola, y se puso ocho horas en manos de una peluquera que ha convertido su larga melena castaña en un montón de dinimutas coletitas.

Su acompañante en el reparto de La gran vida, Carmelo Gómez, no tuvo empacho, sin embargo, en desvelar todo lo que pudo de un guión que conoce desde que fue sólo una idea basada en la historia de un hombre "que no puede más con su vida y decide quitarse de enmedio". Por cuestiones de azar, el personaje se encuentra 100 millones de pesetas y a partir de ahí cambia su vida.

Aquel proyecto, basado en una idea del director de la película, pasó después a manos de los guionistas Fernando León y Carlos Asorey, quienes llamaron al protagonista Martín y le pusieron a conducir un autobús de una línea circular. Cansado de vivir todos los días la misma rutina, Martín está a punto de tirarse por un puente. Salva (Tito Valverde) le convence para que retrase su muerte un par de semanas y pida un millón de dólares a unos prestamistas. Transcurrido el plazo, los prestamistas apretarán el gatillo por él. Sin embargo, Martín conocerá a una camarera, Lola, que le llena de ganas de vivir.

Cuando acabe el rodaje de La gran vida, Salma Hayek se pondrá en el papel de Frida Kalho para una nueva película sobre la que no quiso adelantar ni el nombre del director. La mexicana afincada en Los Ángeles tiene su agenda de trabajo cerrada para todo el 2000. Presumió de su amistad con Penélope Cruz, a la que tiene alojada en su casa y de la que dijo ser su fan número uno, y sobre Pedro Almodóvar dijo que en Estados Unidos se vive en estos momentos una auténtica almodovarmanía de la que participa.