El vigor del consumo dispara las ventas a plazos de las financieras un 26,4%
El aumento del crédito al consumo no remite. Las ventas a plazos de las entidades financieras de crédito (que no son bancos ni cajas) en los nueve primeros meses de este año registran un aumento del 26,4% sobre el final de 1998. El saldo de este apartado se situó al final de septiembre en 1,18 billones de pesetas. El aumento en el año 1998 sobre el año 1997 fue del 11,85%, lo que significa que se está produciendo una aceleración del aumento del crédito, junto con una reducción de la morosidad hasta el 3,6%.
Las financieras de consumo (empresas con estatuto de entidad de crédito que fina...
El aumento del crédito al consumo no remite. Las ventas a plazos de las entidades financieras de crédito (que no son bancos ni cajas) en los nueve primeros meses de este año registran un aumento del 26,4% sobre el final de 1998. El saldo de este apartado se situó al final de septiembre en 1,18 billones de pesetas. El aumento en el año 1998 sobre el año 1997 fue del 11,85%, lo que significa que se está produciendo una aceleración del aumento del crédito, junto con una reducción de la morosidad hasta el 3,6%.
Las financieras de consumo (empresas con estatuto de entidad de crédito que financian coches, maquinaria, electrodomésticos y bienes de consumo en general) suelen dar un espejo de la marcha de la economía y de las expectativas futuras. En este sentido, Gustavo Queipo de Llano, secretario general de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (Asnef), considera que los datos hasta final de septiembre pueden considerarse "históricos y las previsiones de nuestros servicios técnicos apuntan a que al final del presente año se mantendrá este ritmo de crecimiento".El saldo vivo de crédito de estas entidades se situaba a final de septiembre en 2,420 billones de pesetas, con un aumento del 9,6% sobre final del 1998. Los dos apartados más importantes son las operaciones de arrendamiento financiero, que sumaron 1,29 billones de pesetas (con un aumento del 15,05%), y las ventas a plazos, que sumaron 1,18 billones de pesetas, con un aumento del 26,45%. De este último apartado, el 55% del total fueron compra de automóviles y el restante 45%, otros bienes de consumo.
Queipo de Llano resalta que el sector no solamente ha mejorado sensiblemente sus cifras de crédito, sino que ha visto disminuir sus créditos morosos (aquellos que no se devuelven a los noventa días de su vencimiento) hasta el 3,76% del total del crédito concedido. A finalizar el año 1998, la tasa de morosidad se situaba en el 4,28%. Las previsiones de Asnef apuntan a que el año 2000 se mantendrá al menos con el mismo ritmo de crecimiento del año 1999. La inversión nueva crece a un ritmo del 30%, lo que permite ser optimistas, según el secretario de Asnef.
Nueva normativa
Aparte de la buena coyuntura económica que se está viviendo, Queipo de Llano resalta que hay un factor que ha impulsado la actividad del sector: la aprobación de la Ley de Ventas a Plazos. Esta nueva Ley, que entró en vigor en septiembre de 1998, eliminó barreras y topes en los préstamos para consumo y dio instrumentos a las entidades financieras para recuperar el bien financiado, lo que ha incrementado la actividad financiadora. Asimismo, la Ley de Enjuiciamiento Civil ha incluido esta misma filosofía en su texto, lo que ha terminado de cambiar la situación, algo largamente requerido por el sector.
El aumento del crédito de las financieras va parejo al aumento del crédito hipotecario, que ha crecido en los últimos 12 meses a un ritmo del 22,3%, según los últimos datos facilitados por la Asociación Hipotecaria Española (AHE).
En el apartado de préstamos hipotecarios, la entidades financieras que no son bancos y cajas cuentan con un saldo a final de septiembre de 572.579 millones de pesetas, con un descenso del 3,93% sobre final de 1998. Este descenso, a juicio de Queipo de Llano, no supone que se estén firmando menos hipotecas, sino que estas operaciones se sacan fuera del bance al permitir la actual normativa titulizarlos (trocearlos para su compra y venta en los mercados secundarios).