Las empresas tunecinas de Lagier implicadas en el "caso Ivex" facturaron 3.200 millones en 1998

Las dos empresas tunecinas con las que el Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex) ha mantenido desde 1995 relaciones comerciales a raíz del contrato con Ford, origen de un agujero de 1.049 millones, siguen activas y facturaron unos 3.200 millones de pesetas en el ejercicio de 1998. Así consta en el registro mercantil tunecino, que desvela además que tanto Sonotube como Conditioneur Smac son propiedad de Jean Luc Lagier. La directora del Ivex, Carmen de Miguel, afirmó la semana pasada que Sonotube "no tiene ninguna actividad desde septiembre de 1998".

Según los datos del registro m...

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Las dos empresas tunecinas con las que el Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex) ha mantenido desde 1995 relaciones comerciales a raíz del contrato con Ford, origen de un agujero de 1.049 millones, siguen activas y facturaron unos 3.200 millones de pesetas en el ejercicio de 1998. Así consta en el registro mercantil tunecino, que desvela además que tanto Sonotube como Conditioneur Smac son propiedad de Jean Luc Lagier. La directora del Ivex, Carmen de Miguel, afirmó la semana pasada que Sonotube "no tiene ninguna actividad desde septiembre de 1998".

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Según los datos del registro mercantil de Túnez, al que ha tenido acceso EL PAÍS, tanto Smac (empresa con la que, según consta en el informe de la Sindicatura de Comptes, mantuvo relaciones comerciales el Ivex al menos en 1996) como Sonotube (irma que ha comerciado con el Ivex desde el inicio del contrato con Ford para conseguir derechos de compensación) siguen con su actividad en estos momentos en sus centros de producción, situados ambos a unos 135 kilómetros de la capital del país, aunque en municipios diferentes. Las dos empresas, propiedad de Jean Luc Lagier, fabrican estructuras metálicas, expositores y muebles de oficina. La facturación de cada una de las dos sociedades rondó los 10 millones de dólares, unos 1.600 millones de pesetas, dependiendo del cambio.La actual directora del Ivex, Carmen de Miguel, aseguró en su comparecencia pública el pasado miércoles 17 que Sonotube "no tiene desde septiembre de 1998 ninguna actividad". De Miguel añadió en ese momento que el Ivex estaba a la espera de una serie de informes financieros y comerciales sobre esta empresa, pero adelantó: "De los datos de que disponemos en la actualidad se puede deducir que Sonotube tiene una capacidad económica muy baja". Ayer, un portavoz de la Consejería de Industria reiteró esta tesis: "Los informes solicitados por el Ivex señalan que Sonotube no tiene actividad desde finales de 1998", señaló. El portavoz de Industria, consejería de la que depende el Ivex, dijo que los informes se solicitaron a "bancos, intermediarios y entidades financieras" cuando, sobre el mes de septiembre, tuvieron conocimiento del "quebranto económico". "En todo caso, si la empresa es solvente, que pague y todo solucionado", señaló el mismo interlocutor.

Los datos del registro apuntan que Conditioneur Smac se instaló en Túnez en 1987, mientras que Sonotube se constituyó en 1991. Fuentes comerciales del país magrebí apuntan la posibilidad de que Lagier -que tiene la sede de su grupo en París- creara estas dos empresas porque le resultaba más económico producir en Túnez y exportar posteriormente a Europa -llegando a venderse los productos a sus propias empresas en Bélgica, como sería el caso de Graficom, otra de las firmas implicadas en el caso Ivex- , que fabricar directamente en Francia. En esta circulación de material entraría el Ivex. En un principio, el instituto compró productos a Sonotube y Smac por un montante total no aclarado. Posteriormente lo vendió al mismo precio a otras empresas, entre ellas, según consta en los informes de la Sindicatura de Comptes, Smoking SA, JL2 Holding, Duracell Bateries, Duracell Benelux y Apod. Esta última, al igual que la belga Graficom -firma citada por la actual directora del Ivex, Carmen de Miguel, cuando explicó públicamente el caso-, es propiedad también del Grupo Lagier. Todo este entramado de empresas y de operaciones comerciales ha desembocado en el agujero de 1.049 millones de pesetas en el instituto exportador valenciano, por el que el consejo de administración del mismo ha interpuesto una querella por delito societario contra el ex director del organismo, José María Tabares, y el empresario francés Jean Luc Lagier.

A Tabares se le acusa de haber cometido una irregularidad avalando, sin el conocimiento del consejo de administración, unas letras por valor de 1.331 millones de pesetas de una operación comercial entre Sonotube y Graficom. El abogado defensor de Tabares, Juan Ignacio Sáez, aseguraba ayer en el diario Levante que su representado es inocente, que está en España y que comparecerá ante el juez el próximo día 15 de diciembre, fecha en que está citado a declarar como imputado por este caso. Sáez añadió que "es materialmente imposible que Tabares actuara de espaldas al consejo de administración del Ivex", y añadió, en defensa de su representado: "Unos terceros pueden haber engañado al Ivex, pero nunca el señor Tabares".

En este sentido, fuentes de Industria no quisieron entrar en el detalle de las declaraciones del letrado del ex director del Ivex y se remitieron a las actuaciones judiciales. Reiteraron que Tabares tenía poderes, "como en cualquier sociedad", para firmar los avales, pero no para tomar los riesgos que tomó, y emplazaron al ex director del Ivex a declarar ante el juez "antes del día 15 de diciembre, ya que puede hacerlo".

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