Reportaje:

Al servicio de la naturaleza

Servicios Ecológicos de Navarra ofrece una gestión integral de numerosos residuos industriales

Toda actividad industrial genera residuos y las crecientes exigencias de respeto ambiental en los procesos de producción obligan a las empresas a reutilizar al máximo sus desechos. Servicios Ecológicos de Navarra nació para eso. La empresa, que acaba de inaugurar unas extensas instalaciones fabriles en Pamplona, se sitúa al final de la cadena productiva y convierte los residuos de los demás productores industriales en su preciada materia prima. El negocio funciona y su objeto social es aprovechar el tirón social con el que cuenta el medio ambiente.Servicios Ecológicos de Navarra (SEN) es una e...

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Toda actividad industrial genera residuos y las crecientes exigencias de respeto ambiental en los procesos de producción obligan a las empresas a reutilizar al máximo sus desechos. Servicios Ecológicos de Navarra nació para eso. La empresa, que acaba de inaugurar unas extensas instalaciones fabriles en Pamplona, se sitúa al final de la cadena productiva y convierte los residuos de los demás productores industriales en su preciada materia prima. El negocio funciona y su objeto social es aprovechar el tirón social con el que cuenta el medio ambiente.Servicios Ecológicos de Navarra (SEN) es una empresa familiar constituida en 1992, pero que acumula largas décadas de experiencia en la gestión de residuos. Debido a la continua expansión de sus actividades, la empresa se trasladó, a mediados de 1998, a una nueva planta de 36.000 metros cuadrados situada en el polígono de Agustinos de la capital navarra, donde actualmente abarca la gestión integral y el reciclaje de residuos industriales con un volumen que previsiblemente alcanzará las 55.000 toneladas a finales de año. La dirección espera que estas instalaciones sean suficientes para mantener los ritmos de crecimiento de la empresa.

Una nueva planta

Servicios Ecológicos de Navarra, que es en la actualidad la única planta de transferencia autorizada por el Gobierno de Navarra para gestionar residuos calificados por ley como peligrosos, como pueden ser los lodos, taladrinas, pinturas, disolventes, trapos impregnados y baterías, entre otros, ha invertido en su proceso de crecimiento un total de 920 millones. De esa cifra, 295 se han destinado a la construcción de la nueva planta, creada con un diseño constructivo que se basa en la garantía medioambiental y que está a punto de ver recompensado su esfuerzo con la obtención del certificado de calidad ISO 14.001.

La empresa, propiedad de los hermanos Justo y Antonio Guindano Zalba, facturará en el presente ejercicio 1.500 millones de pesetas, lo que representa un sustancioso incremento del 57,8% respecto a los 950 millones de pesetas en 1998. Unas cifras que dan muestra de la potencialidad del negocio

El inicio de todo proceso de reciclaje es la recogida selectiva, en este caso empresa a empresa. Es una tarea que Servicios Ecológicos de Navarra realiza con una flotilla de diez camiones articulados, otros diez camiones portacontenedores y dos camiones cisterna equipados con la tecnología necesaria para un traslado seguro y limpio.

Los residuos líquidos a granel se recogen en cisternas y los sólidos en los contenedores y plataformas que SEN suministra previamente a sus clientes. Se trata de unos envases diseñados y construidos por la propia Servicios Ecológicos de Navarra atendiendo a las necesidades de cada empresa y sector.

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Cuando las flotillas traspasan el umbral de la empresa se inicia el proceso de recuperación de los residuos en cada una de las ocho divisiones existentes, todas ellas con funcionamiento propio y autónomo (residuos especiales, plásticos, reciclaje industrial, metales férricos, metales no férricos, cartón y papel, palés de madera y limpiezas industriales).

Una de las divisiones más destacables es la que gestiona los residuos tóxicos y peligrosos, que alcanzará este año las 15.000 toneladas métricas. En un área construida de 1.500 metros cuadrados se extiende la planta de transferencia: tres naves donde se reciben, almacenan y tratan numerosas sustancias a través de procesos controlados por un laboratorio propio instalado en la misma planta.

Servicios Ecológicos de Navarra recibe lodos de instalaciones depuradoras de aguas residuales que contienen compuestos peligrosos, plaguicidas, disolventes, sales de temple cianuradas, aceites y sustancias oleosas minerales, resinas, látex, plastificantes y colas, jabones, materias grasas, ceras de origen animal o vegetal, sustancias orgánicas no halogenadas, baterías y pilas eléctricas, catalizadores, líquidos o lodos ácidos y alcalinos, fluorescentes y un sinfín de productos peligrosos de distinta procedencia.

Para cada uno de ellos existe una salida concreta, combinándose la recuperación de los elementos reutilizables en otros nuevos productos o el traslado de los que no son reaprovechables a plantas o gestores más especializados para su tratamiento último.

Además, Servicios Ecológicos de Navarra dispone de una división específica para plásticos, que transforma residuos industriales en granza de plástico recuperado, para su reutilización en procesos industriales de inyección.

Los principales materiales reciclados son poliestirenos y polipropilenos procedentes de empresas fabricantes de productos lácteos y baterías de automoción. A finales de este año se habrán llegado a reciclar 3.000 toneladas de plástico.

La empresa gestiona chatarras férricas y metales procedentes de procesos industriales como pueden ser el fresado, torneado o troquelado que una vez recogidos de las empresas que los generan, se clasifican por tipos y se acondicionan para ser enviadas a las fundiciones para su reciclaje. Las cifras de esta división de negocio hablan de 25.000 toneladas este año.

Basura selectiva

Como parte de sus servicios integrales, Servicios Ecológicos de Navarra retira la basura industrial de las empresas y la separa para su recuperación: cartones, maderas, chatarra y plástico. Todo este material, hasta 10.000 toneladas este año, es aprovechado para su reciclaje o venta. La madera se tritura y envía a empresas que utilizan astilla para fabricar aglomerado; el cartón es prensado y vendido a empresas transformadoras de papel y el plástico es procesado en la división específica.

Finalmente, SEN gestiona también la recogida de palés de madera usados, que son clasificados y reparados para ser puestos a disposición nuevamente de las empresas. En sólo un año, esta actividad ha conseguido pasar de 500 toneladas de palés a 2.000 .

Además de recoger a domicilio todos los residuos que trata, Servicios Ecológicos de Navarra ofrece también a sus clientes un servicio de desciegues y limpiezas de tuberías, depósitos y otras canalizaciones, operación que a menudo es necesaria tras la retirada de ciertos residuos.

De la chatarra a los residuos en tres generaciones familiares

"Nuestro presente es el resultado del trabajo de tres generaciones", recuerda Justo Guindano, presidente del consejo de administración de Servicios Ecológicos de Navarra (SEN). Guindano mira hacia atrás y recuerda la inicial actividad de chatarrería a la que estuvo vinculado en sus inicios el trabajo familiar. "Ahora disponemos de las más modernas técnicas de tratamiento para nuestros clientes. Somos un servicio integral para unas industrias que cada vez son más exigentes", añade.SEN aspira a ser un modelo pionero en su campo. La propia ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, fue la encargada de inaugurar oficialmente sus instalaciones el pasado 4 de noviembre, acto en el que aseguró que este tipo de iniciativas empresariales "están descubriendo nuevos yacimientos de empleo y demuestran que el desarrollo económico y social no es incompatible con la protección de la naturaleza".

En atención a la industria

"La cuestión es sencilla", reflexiona Justo Guindano, "las empresas tienen que dedicar todos sus esfuerzos económicos y humanos a la investigación y el desarrollo, y no disponen de tiempo ni de personal para gestionar sus basuras. Y ahí estamos nosotros, para ofrecerles un servicio completo, en una planta diseñada con criterios ecológicos y de calidad certificada". Guindano define a su empresa como una iniciativa "al servicio de la industria y del medio ambiente".

SEN ha creado 40 empleos directos y otros 20 indirectos, y tiene en su nómina de clientes a más de 200 empresas, la mayoría navarras. Cuando se recorren sus instalaciones, el visitante pasea entre zonas ajardinadas con árboles e incluso una bella cascada artificial, y puede contemplar un aljibe con capacidad para dos millones de litros de agua destinado a recoger las aguas pluviales y ahorrar en consumo a la hora de usar el líquido elemento como factor industrial.

La adquisición de su maquinaria le ha supuesto a los hermanos Guindano un desembolso de más de 400 millones. De ellos, 200 han ido destinados a los nuevos molinos y extrusoras para el reciclaje del plástico; 100 a la adquisición de una prensa de cizalla y una empacadora de chatarras; otros 30 para la prensa de basura y cartón, además de 20 millones para la instalación de un área de trituración de madera y los 50 para la maquinaria de carga y manipulación de residuos. Para que todos los procesos se lleven a cabo en perfecto aislamiento y sin generar vertido alguno, SEN ha invertido 160 millones en contenedores y plataformas y 65 en elementos de transporte.

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