Cartas al director

No todos lo celebran

Atrapados por las celebraciones de los 10 años del derrumbe de los sistemas socialistas, no olvidemos que hay millones de personas que poco tienen que celebrar. Mientras una minoría se ha beneficiado del cambio del sistema, la inmensa mayoría ya conoce lo que el capitalismo les tenía preparado: miseria generalizada, desintegración del sistema público, desaparición de los beneficios sociales, evasión de capitales por billones de dólares, corrupción generalizada, poder de las mafias y guerras, nuevas guerras civiles como no habían conocido en toda una generación.La transición capitalista ...

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Atrapados por las celebraciones de los 10 años del derrumbe de los sistemas socialistas, no olvidemos que hay millones de personas que poco tienen que celebrar. Mientras una minoría se ha beneficiado del cambio del sistema, la inmensa mayoría ya conoce lo que el capitalismo les tenía preparado: miseria generalizada, desintegración del sistema público, desaparición de los beneficios sociales, evasión de capitales por billones de dólares, corrupción generalizada, poder de las mafias y guerras, nuevas guerras civiles como no habían conocido en toda una generación.La transición capitalista se ha cobrado sus víctimas: según Naciones Unidas (informe PNUD), más de 120 millones de personas han sido arrojadas a la pobreza entre 1989 y 1998 sólo en la antigua Unión Soviética. La esperanza de vida ha caído en Rusia de los 69 años de 1985 a los 64 de 1996. Un 30% de la población está desempleada y un porcentaje similar depende del mercado negro. El PIB ha caído desde 1990 en el espacio pos-soviético entre un 48% y un 65%. El coste humano se cifra en casi diez millones de personas que han "desaparecido" de las estadísticas de población.

Las grandes empresas públicas -que controlaban, entre otras cosas, las enormes riquezas minerales de la región- han sido vendidas a precio de saldo a inversores de nuevo cuño y extranjeros; el Estado social se ha hundido, el gasto en educación se ha reducido a la mitad, han reaparecido enfermedades erradicadas, como la tuberculosis, la polio y la difteria... A cambio, el endeudamiento hacia otros países, mediante el recurso a préstamos del FMI, ha minado la independencia y el peso internacional del antiguo bloque socialista: en el caso de Rusia, la deuda exterior ha pasado de 28.000 millones de dólares en 1985 a casi 150.000 millones de dólares en la actualidad. Y sigue creciendo.-

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