El acusado de la muerte del indigente dice que le mató tras una discusión

Una pelea fue el detonante del asesinato. Alberto Aguirre, de 20 años, vagabundo y único acusado por la Ertzaintza de la muerte del indigente J.M.R.A., de 47, en la noche del sábado en Bilbao, apedreó y quemó a su víctima, a quien conocía, tras mantener una fuerte discusión. Después, se presentó como testigo y fabuló una historia en la que aseguró haber visto a tres cabezas rapadas golpear al mendigo mientras otros dos observaban. El sospechoso, vecino de Castro Urdiales, declarará hoy ante el juez.

Alberto Aguirre Aguilleira, de 20 años, único detenido por el asesinato de J.M.R.A el pa...

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Una pelea fue el detonante del asesinato. Alberto Aguirre, de 20 años, vagabundo y único acusado por la Ertzaintza de la muerte del indigente J.M.R.A., de 47, en la noche del sábado en Bilbao, apedreó y quemó a su víctima, a quien conocía, tras mantener una fuerte discusión. Después, se presentó como testigo y fabuló una historia en la que aseguró haber visto a tres cabezas rapadas golpear al mendigo mientras otros dos observaban. El sospechoso, vecino de Castro Urdiales, declarará hoy ante el juez.

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Alberto Aguirre Aguilleira, de 20 años, único detenido por el asesinato de J.M.R.A el pasado sábado junto a las vías del tren de la estación del barrio bilbaíno de Basurto, declaró ante la Ertzaintza que cometió el crimen en solitario. Su versión es la única de que ha dispuesto la policía vasca desde la noche del crimen, según informó ayer en una nota el Departamento de Interior, que da por cerradas las investigaciones. El acusado pasó ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Bilbao y se prevé que sea hoy cuando preste declaración.Aguirre, sin antecedentes penales en Euskadi, está domiciliado en Castro Urdiales. Su oferta de colaborar voluntariamente como testigo terminó con la acusación por la Ertzaintza de la autoría del crimen.

El presunto homicida reconoció que conocía a la víctima, con la que había mantenido diversos enfrentamientos por asuntos relacionados con la convivencia diaria en la calle. Ambos disputaban frecuentemente por un banco donde dormir. En la noche del crimen, tras mantener una fuerte discusión en la zona de la vías de la estación de Feve, decidió acabar con la vida de J.M.R.A.

Los indicios, según Interior, apuntan a que el joven golpeó con una piedra de gran tamaño en la cabeza de su víctima repetidamente. Cuando la víctima había fallecido ya, le roció con gasolina y le prendió fuego.

El presunto asesino se presentó luego como testigo a los agentes que iniciaron las investigaciones en el lugar de los hechos y, para desviar sospechas, aseguró que había visto a un grupo de cinco skin heads cometer el crimen. Según Interior, Aguirre aportó datos "concretos y exactos" sobre la descripción de los supuestos autores del homicidio y llegó a identificar como uno de los participantes a una persona en una fotografía de archivo policial. Pero ésta pertenecía a un individuo que está en prisión.

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Versión desmontada

El sospechoso trató de hacer creíble que se encontraba en un banco público, cerca del lugar del crimen, cuando aseguró que oyó gritos y se dirigió hacia las vías del tren. Entonces, vió a tres cabezas rapadas que golpeaban violentamente con palos y cadenas a un hombre mientras otros dos contemplaban la agresión. Cuando, según su declaración, "los lamentos y gritos de la víctima remitieron", los agresores ataron al indigente por los pies. Entonces fue cuando optó por alejarse pensando que era un ajuste de cuentas.

Después, al cesar los gritos y ver una columna de humo, se acercó de nuevo a las vías y vió a cinco personas corriendo y el cuerpo de la víctima envuelto en llamas. Fue en ese momento cuando informó a otra persona para que telefoneara a la Ertzaintza.

Esta versión fue desmontada por la policía vasca, que cuando le interrogó por las manchas de sangre que tenía en sus zapatos y pantalones escuchó una versión poco convincente. Después, Aguirre reconoció la autoría del crimen.

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