La Commonwealth suspende la participación de Pakistán por el golpe

La toma del poder por medios "militares o ilegítimos" tiene castigo en la Commonwealth (mancomunidad de 54 naciones de lengua inglesa) y, por eso, ayer anunció que Pakistán queda suspendida como miembro de la organización. La medida, de contenido simbólico, trata de presionar al Gobierno militar para que restaure la democracia cuanto antes. Mientras, ayer comenzó el "repliegue" de las tropas paquistaníes de la frontera con India, país que no se muestra satisfecho hasta que no cese el apoyo de Islamabad a los secesionistas de Cachemira.

La Commonwealth exigió al régimen del general Perve...

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La toma del poder por medios "militares o ilegítimos" tiene castigo en la Commonwealth (mancomunidad de 54 naciones de lengua inglesa) y, por eso, ayer anunció que Pakistán queda suspendida como miembro de la organización. La medida, de contenido simbólico, trata de presionar al Gobierno militar para que restaure la democracia cuanto antes. Mientras, ayer comenzó el "repliegue" de las tropas paquistaníes de la frontera con India, país que no se muestra satisfecho hasta que no cese el apoyo de Islamabad a los secesionistas de Cachemira.

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La Commonwealth exigió al régimen del general Pervez Musharraf que establezca de inmediato un calendario para la restauración de la democracia en el país. La decisión de castigar a Pakistán fue tomada en una reunión urgente de los ministros de Exteriores de la organización convocada para estudiar el caso de Islamabad, tras el golpe de Estado del 12 de octubre.La resolución de la organización -de la que forman parte los países que fueron colonia británica- tiene más consecuencias simbólicas que reales, aunque abre la puerta a que otras organizaciones internacionales adopten sanciones políticas o económicas contra el nuevo régimen paquistaní.

Retirada parcial

El general Rashid Qureshi, portavoz del Ejército paquistaní, informó ayer del inicio del repliegue de sus tropas de la frontera con India. Se trata de que los soldados, que se movilizaron hacia la conflictiva región de Cachemira durante la crisis de este verano, vuelvan a sus posiciones. India ha respondido que cualquier gesto de distensión pasa por el fin "del patrocinio paquistaní de los grupos terroristas" que operan en la zona. Altos mandos del Ejército paquistaní informaron de que los soldados se han retirado de la frontera con India, pero no de la Línea de Control que divide la conflictiva región de Cachemira.

India ha respondido, pero no con entusiasmo. "Pakistán ha manejado el apoyo a los grupos terroristas [India lucha contra una revuelta separatista en el 45% del territorio de Cachemira] como una política de Estado y no hemos visto señas claras de que esto haya acabado", insistió ayer un portavoz del Ministerio indio de Exteriores, que exigió a Islamabad que se acabe inmediatamente "con el terrorismo fronterizo". El apoyo de Pakistán a las milicias separatistas provocó una escalada dialéctica y bélica con India este verano, y la decisión final del primer ministro depuesto, Nawaz Sharif, de retirar su respaldo a los armados ante las presiones de Estados Unidos fue la gota que desbordó la ira de los militares paquistaníes, con Musharraf a la cabeza.

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En Islamabad, mientras, sigue el proceso para limpiar de corrupción las instancias políticas, tal y como también prometió Musharraf. Tras congelar las cuentas bancarias de Sharif y de decenas de diputados y senadores, ahora el Gobierno militar prepara los cargos por los que va a denunciar al ex primer ministro. Según un portavoz, las nuevas autoridades ya tienen un informe de 200folios sobre evasión de impuestos y uso irregular de fondos públicos por parte de Sharif y de sus colaboradores por valor de 110 millones de dólares (17.600 millones de pesetas).

La postura del embajador de EEUU en Islamabad, William Milan, resume la reacción generalizada ante las medidas adoptadas por el jefe militar. Milan expresó ayer su preocupación por el hecho de que no se haya fijado una fecha para la vuelta de un poder civil, pero se mostró convencido de que Musharraf es "un hombre moderado llevado por el patriotismo".

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