El paso obligado de todas las causas

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La oficina de reparto penal de los juzgados de Madrid, en la que se hallan los ordenadores cuya avería en su sistema informático ha generado el atasco de 30.000 asuntos, depende directamente del juez decano, Fernando Fernández, y en ella trabajan una veintena de funcionarios. Cualquier asunto que remitan los abogados, la policía o los usuarios a los jueces, incluidas las comisiones rogatorias (las peticiones de ayuda judicial que llegan del extranjero) debe pasar antes por el ordenador de esta depedencia. Los funcionarios registran los escritos que llegan a esa oficina, numeran cada uno de ellos a medida que los van recibiendo y luego introducen los guarismos en el ordenador, que es el que finalmente asigna el caso al juzgado que corresponda.El objetivo del programa del ordenador es impedir que se pueda elegir a un juez determinado para que tramite un asunto. Recientemente, los jueces cambiaron sus normas de reparto para evitar que la instrucción de determinados asuntos, como los registros de casas, se los quedase el magistrado de guardia que los hubiese ordenado a petición policial, es decir, sin pasar por el ordenador de la oficina.

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Este ordenador, según explicó hace varios años la ex juez decana de Madrid, Manuela Carmena, no se puede manipular, y establece el reparto de forma equitativa, de manera que ningún juez reciba más casos que otros. Antes de la caída del citado sistema operativo, lo normal era que un escrito llegase un día a la oficina de reparto y ese mismo día, o como mucho el siguiente, al despacho del juez correspondiente.

El caos reinante ahora en la oficina de reparto se intentará paliar con Libra, el nuevo sistema operativo informático que funciona desde ayer. La secretaria general de los juzgados, María Luz López, confía en que dentro de una semana estarán repartidos todos los asuntos acumulados (alrededor de 30.000), aunque admite que, al tratarse de un sistema informático nuevo, pueden surgir problemas derivados de su puesta en funcionamiento. "Aunque los funcionarios ya conocen este sistema y han trabajo con él", precisa, "confiamos en que dentro de una semana, aproximadamente, estén repartidos todos los asuntos atrasados".

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