VUELTA A LAS AULAS UNIVERSITARIAS

Consejos de veteranos

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Sus consejos pueden valer más que las advertencias de los profesores o los temores de sus padres. Los alumnos veteranos, los que este año se enfrentan al que puede ser su último curso en la facultad o acaban de abandonar para siempre sus aulas, conocen ya los entresijos de la universidad, los trucos para aprobar, las manías de los profesores y a buen número de compañeros. Tres de ellos aportan su experiencia para hacer más fácil el camino de los principiantes. "Que no se obsesionen con los estudios porque después se arrepentirán de no haber hecho otras cosas". Es el único consejo que se le viene a la cabeza a Luis Miguel González, que este curso empieza el último curso de Arquitectura. Claro que para él, que tiene 22 años, la universidad ha sido casi un paseo -aún le queda el proyecto final-, gracias en buena parte a que su carrera "no desilusiona a nadie".

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Esto resulta fundamental para aguantar el ritmo universitario, más si se trata de una carrera de las consideradas difíciles. Pero también en Ciencias Políticas, Psicología o Periodismo. Una alumna de quinto de esta última recomienda buscar alicientes fuera de la facultad, porque se "aprende en todas partes". Ella ha elegido las asignaturas de libre configuración de otras carreras, como Económicas y Derecho, para redondear su formación, y lleva los tres últimos años compaginando estudios y trabajo, siempre con una beca en distintos medios de comunicación. "Lo más importante", asegura, "son las prácticas. Hay bastantes y a veces la gente no se entera".

Esta opinión la comparte Esther Martín, que acabó en julio Economía. Para ella es fundamental compaginar estudios y trabajo, porque en la facultad "se aprende la teoría, pero no sirve para trabajar".

Lo que tienen claro los tres es que no hay por qué asustarse de la universidad. Ni por el "pasotismo" , ni por sus aulas masificadas ni por esos profesores que no se saben el nombre de los alumnos. Ni siquiera de los temarios: "No es ningún problema, simplemente hay que olvidar el instituto, cambiar el chip".

"La relación con los profesores no es tan intensa, pero se puede hablar con ellos", asegura Esther, quien aconseja a los novatos que "disfruten lo que puedan y aprovechen el tiempo". "El primer curso es fundamental, porque lo que hagas lo puedes pagar durante toda la carrera", añade. Atender en clase, preguntar para no quedarse con dudas, es fundamental, según ella, para ahorrar horas de estudio.

En cuanto al choque que puede suponer el primer día, sólo un consejo, "que se relajen", porque seguro que la universidad es diferente de lo que esperan.

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