Los feriantes hacen su agosto con los 'teletubbies'

Los feriantes que hacen negocio de pueblo en pueblo levantando tómbolas cargadas de regalos entienden como nadie los gustos de los más pequeños y saben más que muchos de modas infantiles. En 1999 apostaron fuerte por los teletubbies, los muñecos de producción británica. Y ganaron.En las ferias de la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León, de las principales tómbolas abiertas en las fiestas patronales de cada municipio colgaban decenas de teletubbies de todos los tamaños y colores. También los vendedores ambulantes que van de rastro en rastro cargaron sus furgonetas con los p...

Los feriantes que hacen negocio de pueblo en pueblo levantando tómbolas cargadas de regalos entienden como nadie los gustos de los más pequeños y saben más que muchos de modas infantiles. En 1999 apostaron fuerte por los teletubbies, los muñecos de producción británica. Y ganaron.En las ferias de la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León, de las principales tómbolas abiertas en las fiestas patronales de cada municipio colgaban decenas de teletubbies de todos los tamaños y colores. También los vendedores ambulantes que van de rastro en rastro cargaron sus furgonetas con los peluches de moda.

Eran teletubbies de trapo mal fabricados y de baja calidad; en algunos casos ni siquiera se parecían al original. Pero funcionaban como reclamo perfecto para que los clientes picaran. Muchos de esos teletubbies procedían de los comercios de venta al por mayor del distrito Centro de Madrid, según los investigadores policiales.

Algunas tómbolas hicieron el agosto regalando un teletubbie por cada 1.000 pesetas en boletos. Los niños empujaban a los padres.

En Hoyo de Manzanares (Madrid), durante las fiestas, los comerciantes vendían el muñeco rollizo, mal cosido, a 200 pesetas (el original, en los grandes almacenes, cuesta 4.000). Muchos de los muñecos que se venden o regalan en las ferias carecen de la característica antena con la que captan las imágenes de televisión.

En Fuenlabrada, durante las pasadas fiestas, una de las tómbolas más grandes ofrecía el teletubbie gigante (de casi medio metro de altura) por 300 pesetas. También se podía conseguir, en una atracción de feria, un gordito más pequeño pero mejor hecho si el cliente conseguía hacer pasar tres balones de rugby por el agujero de una rueda. Para jugar, había que desembolsar 300 pesetas.

El premio siempre era el mismo: un teletubbie. También en la caseta de los dardos de las fiestas de Fuenlabrada, acertar dos de los tres tiros posibles recibía el premio de los muñecos con cara de marciano y colores chillones. El feriante reclamaba la atención de los visitantes con un pareado: "Tira, da y el teletubby te llevarás".

En Galapagar, los vendedores ambulantes arrasaron el día que llegaron cargados con teletubbies quitamiedos. Muñecos con luz que se vendían a un precio de 600 pesetas. Su función era alumbrar de noche las habitaciones de los más pequeños.

Las mochilas-teletubbies eran aún más baratas. Se podían conseguir por 500 pesetas. La policía ha interceptado ahora 100.000 teletubbies antes de que llegasen a las ferias y rastrillos.