El Rectorado de la UPV propone aprovechar el nuevo sistema de financiación para hacer una gran reforma

El reto está a la vuelta de la esquina: la competencia entre universidades aumenta a un ritmo vertiginoso. Entre otros motivos porque la caída demográfica ya se ha empezado a notar en sus aulas. El equipo rectoral de la Universidad del País Vasco (UPV) pretende darle la vuelta a la universidad y convertirla en alumna aventajada para afrontar el futuro mediante un plan universitario a cuatro años. Las reformas se financiarán con un sistema creado por la Ley de Ordenación Universitaria, en marzo de 1998, que condiciona determinadas subvenciones al cumplimiento de unos objetivos.

El plan u...

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El reto está a la vuelta de la esquina: la competencia entre universidades aumenta a un ritmo vertiginoso. Entre otros motivos porque la caída demográfica ya se ha empezado a notar en sus aulas. El equipo rectoral de la Universidad del País Vasco (UPV) pretende darle la vuelta a la universidad y convertirla en alumna aventajada para afrontar el futuro mediante un plan universitario a cuatro años. Las reformas se financiarán con un sistema creado por la Ley de Ordenación Universitaria, en marzo de 1998, que condiciona determinadas subvenciones al cumplimiento de unos objetivos.

El plan universitario que el equipo rectoral de la UPV presentó a la Junta de Gobierno -el máximo órgano- el jueves pasado en su primera reunión del curso es muchas cosas al mismo tiempo, explican fuentes del Rectorado. Es un diagnóstico de las necesidades actuales, marca los objetivos para cuatro años y las prioridades. El Rectorado estima que recibiría 3.000 millones de pesetas adicionales en cuatro años, según lo establecido en el borrador. Tanto el plan universitario cuatrienal como el nuevo sistema de financiación (los contratos programa) son fruto de la ley que ordena el ámbito universitario en Euskadi. Los objetivos se pueden revisar cada año. Estos son, en síntesis, los objetivos planteados en cada área en el borrador del Rectorado: Oferta docente. Incorporar diez nuevas titulaciones de las que tres se estrenan este curso: Filología Alemana, Ingeniería Electrónica e Ingeniería Química. Orientar a los futuros universtitarios sobre las perspectivas de cada carrera. Limitar aún más las plazas en cada carrera para que la demanda del mercado laboral y la oferta de egresados casen mejor. Esta reforma implicará reciclar y reubicar a profesores. Aprovechando el descenso progresivo de alumnado (por el descenso demográfico) se pretende bajar de los 20 alumnos por profesor actuales a un ratio de 15-1, la media de los países industrializados. A ello contribuirán 300 nuevos profesores. Además, mejorar la calidad de la enseñanza y la formación del profesorado. Prácticas y colocación. Incrementar las prácticas del alumnado para mejorar su formación y para que, de paso, las instituciones y empresas empresas conozcan de primera mano cómo funciona la UPV. Creación de un servicio de colocación en colaboración con Langai, el del Gobierno vasco. Incrementar la oferta de investigación y formación continua para entidades extrauniversitarias para atraer más dinero del sector privado. Investigación. Potenciar la investigación de manera generalizada, sobre todo, en las áreas sociales que es dónde menos proyectos hay. Es otra vía de lograr fondos extrenos. Política lingüística. Proseguir con la aplicación del plan de euskaldunización que amplia la oferta en euskera y extiende su uso en toda la Universidad. Gestión. Renovación de sistemas informáticos. Racionalizar la plantilla de administración mediante su reciclaje y reubicación. Incrementar el personal de administración. La UPV es la universidad española con propocionalmente menos administrativos.

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