UPN y PSN "blindan" la fusión de las cajas navarras EH ha quedado excluida de los órganos de gobierno de las dos entidades de ahorro

Si se cumplen los plazos pactados, el 1 de enero del 2000 en Navarra habrá una sola caja de ahorros, que estará controlada férreamente por el partido en el poder en el Gobierno foral y en el Ayuntamiento de Pamplona, UPN. El proceso de fusión de Caja de Ahorros de Navarra (CAN) y Caja Pamplona (CAMP) está muy adelantado y los dos principales partidos, UPN y PSN, han excluido de sus órganos rectores a EH, la tercera fuerza política de la Comunidad Foral.

La entidad resultante tendrá un billón de pesetas en depósitos, medio billón en créditos y una plantilla de 1.200 empleados. Pero será ...

Si se cumplen los plazos pactados, el 1 de enero del 2000 en Navarra habrá una sola caja de ahorros, que estará controlada férreamente por el partido en el poder en el Gobierno foral y en el Ayuntamiento de Pamplona, UPN. El proceso de fusión de Caja de Ahorros de Navarra (CAN) y Caja Pamplona (CAMP) está muy adelantado y los dos principales partidos, UPN y PSN, han excluido de sus órganos rectores a EH, la tercera fuerza política de la Comunidad Foral.

La entidad resultante tendrá un billón de pesetas en depósitos, medio billón en créditos y una plantilla de 1.200 empleados. Pero será algo más que una simple entidad financiera. Y esa cualidad, la de ser el creciente motor económico y el instrumento esencial del autogobierno de Navarra como comunidad diferenciada es lo que ha llevado a que tanto UPN como el PSN-PSOE, que firmó con los regionalistas un pacto de investidura, estén a punto de culminar la completa exclusión de la tercera fuerza política de Navarra y segunda en Pamplona, Euskal Herritarrok, de sus órganos de control. Ni antaño HB ni ahora EH han tenido nunca representación en el consejo de administración de CAN, aunque un consejero de HB sí estuvo presente en el consejo de Caja Pamplona durante años, hasta el asesinato por ETA, en 1997, del concejal Miguel Ángel Blanco y los consiguientes acuerdos de exclusión adoptados por los partidos democráticos. La CAN es un feudo particular del Gobierno foral de turno, cuyo presidente lo es a su vez de la primera institución financiera de Navarra y tiene la capacidad de designar a la mayoría de los consejeros. El consejo que gestionará la fusión de la CAN y Caja Pamplona quedó constituido el pasado mes de agosto. Además de Sanz y de los nueve miembros de su gobierno, este organismo integra a los que se denomina consejeros-vecinos, pero que en realidad reúne a otro grupo de políticos nombrados por los partidos parlamentarios. Por todos menos por EH. Al margen de la LORCA Sanz marginó al grupo independentista y negoció la concesión al PSN de dos sillones en el nuevo consejo, aunque uno de ellos sin derecho a voto. Los restantes puestos se los distribuyen IU-EB, CDN y EA, con la presencia vitalicia de Juan Luis Uranga, ex director de la entidad y la de un representante de los empleados, que también carece de voto. Esta composición vulnera las disposiciones de la ley estatal que regula la composición de los órganos rectores de las cajas de ahorro, la LORCA, pero ni antes el PSN ni ahora UPN tienen la intención de aprobar unos estatutos adaptados a ella. Al contrario, aduciendo que la CAN se rige por un estatuto especial pactado directamente con el Banco de España, concluyen que la democratización de sus órganos de gobierno para dar cabida a representantes de impositores, empleados y entidades locales no es aplicable en Navarra. De hecho, a la consultora estadounidense Bain & Company contratada para diseñar el proceso de fusión se le pidió una fórmula jurídica que permita a la entidad resultante seguir siendo aforada. Es decir, que conserve unos estatutos no democratizados que garanticen a las instituciones (Gobierno de Navarra y Ayuntamiento de Pamplona) el control absoluto del poder financiero. Excluida EH del consejo de la CAN, es el PSN el que, en el ámbito municipal, va a presentar ante el pleno de Pamplona una moción para que EH se quede también sin presencia en el consejo de la segunda entidad, Caja Pamplona, controlada por el Ayuntamiento. La exclusión de EH permitirá a los socialistas obtener un puesto más en el consejo que negociará la fusión. El presidente del PSN concejal socialista Javier Iturbe ha insistido en que "el envío de cartas amenazantes a empresarios navarros" por parte de ETA en los últimos meses ha cambiado las circunstancias que motivaron el acuerdo municipal unánime, alcanzado el pasado 26 de agosto, para ceder a EH uno de los puestos de vocales-vecinos en el consejo de la CAMP. La decisión de excluir a EH fue paralelamente adoptada por la Ejecutiva del PSN agosto y ha obligado al grupo municipal a rectificar su inicial decisión. "Se pretende generar mayor grado de confianza de los clientes, y en este momento EH no tiene la confianza de nuestro partido para acceder a datos de los impositores que revelan el volumen de su patrimonio", ha añadido el portavoz socialista. Para quitar hierro al asunto EH anunció que propondría a un conocido abogado pamplonés independiente, Pablo Ibáñez, para ocupar el sillón adjudicado al grupo abertzale, pero el próximo jueves en el transcurso de un pleno municipal el apoyo ya garantizado de UPN a una moción del PSN completará su exclusión de los órganos de gobierno de ambas entidades de ahorro.