FESTIVAL INTERNACIONAL DE SANTANDER

Evocación poética

En el capítulo de la música contemporánea, que el festival santanderino cuida especialmente, constituye uno de los puntos culminantes el estreno de la obra premiada cada año en el Concurso de Composición Manuel Valcárcel, promovido conjuntamente por la Fundación Marcelino Botín, el FIS y el Conservatorio Monasterio, del que Valcárcel fue director ejemplar y recordado.En la última edición resultó ganadora, entre más de un centenar de partituras, una muy bella y sensible de Nicola Evangelisti (Bolonia, 1964), formado en Italia y París, y distinguido anteriormente con premios como el Casella y Nu...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

En el capítulo de la música contemporánea, que el festival santanderino cuida especialmente, constituye uno de los puntos culminantes el estreno de la obra premiada cada año en el Concurso de Composición Manuel Valcárcel, promovido conjuntamente por la Fundación Marcelino Botín, el FIS y el Conservatorio Monasterio, del que Valcárcel fue director ejemplar y recordado.En la última edición resultó ganadora, entre más de un centenar de partituras, una muy bella y sensible de Nicola Evangelisti (Bolonia, 1964), formado en Italia y París, y distinguido anteriormente con premios como el Casella y Nueva Sincronía para trabajar luego con Franco Donatoni y en el IRCAM de París.

Algo debe a esa plural formación la obra de Evangelisti Dall"oscuro rimerse, una suerte de evocaciones íntimas y personales guardadas en su conciencia y que motivaron este mensaje musical neoimpresionista que de la oscuridad accede a la luz tras un largo proceso de rebusca en el mágico y resonante mundo de las armonías pianísticas que desde Liszt a Debussy y Mompou a los maestros italianos actuales han trazado toda una teoría de sutiles bellezas. Pero lo decisivo es la receptividad y el poder de transmisión personal del joven compositor.

Ha tenido suerte Evangelisti al ser interpretado por el cubano Leonel Morales, dueño a sus 22 años de un refinado poder de evocación poética y agudeza analítica como lo demostró no sólo en la obra de estreno, sino en otras de Schumann, Samuel Barber, Lecuona y García Abril a lo largo de su recital en el claustro de la catedral.

El día anterior, en la Fundación Botín, Evangelisti recibió el premio de un millón de pesetas, al que se suma la edición y grabación discográfica de la obra. En resumen, una noche interesante en la que triunfó el autor, largamente ovacionado, y un empeño positivo y conjunto tan útil como habría deseado el propio Valcárcel. Una vez más al modo de los célebres conciertos de Vivaldi, fue el triunfo de la armonía y de la invención.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En