LA DEVASTACIÓN DEL FUEGO

"No podemos dormir, nuestras casas están amenazadas"

San Lorenzo de El Escorial pasó la noche en la calle. El polideportivo municipal, donde se refugiaron unos 2.000 evacuados, se convirtió en el punto de reunión de los vecinos. "¡Quiero irme a casa, quiero irme a casa!", repetía Virginia Soriano esta madrugada, horas después de que la Guardia Civil la desalojara de su chalé en la urbanización Felipe II. "No nos han dado tiempo a nada. Sólo hemos podido coger el coche e irnos. Ni siquiera tenemos muda o una chaqueta para abrigarnos contra el frío", decía.José Ignacio García, vecino de la urbanización Monte Escorial se lamentaba de la "tremenda" ...

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San Lorenzo de El Escorial pasó la noche en la calle. El polideportivo municipal, donde se refugiaron unos 2.000 evacuados, se convirtió en el punto de reunión de los vecinos. "¡Quiero irme a casa, quiero irme a casa!", repetía Virginia Soriano esta madrugada, horas después de que la Guardia Civil la desalojara de su chalé en la urbanización Felipe II. "No nos han dado tiempo a nada. Sólo hemos podido coger el coche e irnos. Ni siquiera tenemos muda o una chaqueta para abrigarnos contra el frío", decía.José Ignacio García, vecino de la urbanización Monte Escorial se lamentaba de la "tremenda" desorganización: "Nos han conducido aquí y quieren que nos tiremos en colchonetas cuando ni siquiera podemos dormir pensando en que nuestras casas están cercadas por el fuego". Esta madrugada, cientos de colchonetas alfombraban el suelo de la pista del polideportivo. Muy pocos evacuados estaban tumbados. La mayoría permanecía en la calle. Con los ojos fijos en el fuego.

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Luis Andrés acudió al cámping el viernes a las tres de la tarde y a las cuatro fue desalojado: "Ha habido un poco de pánico, nos dijeron que teníanmos que evacuar. Salimos corriendo. No sabemos qué va a ocurrir con nuestras cosas".

Intervención del Ejército

Ante esta situación, el delegado del Gobierno en Madrid, Pedro Núñez Morgades, acudió anoche al incendio y decidió solicitar la ayuda del Ejército para frenar el avance de las llamas y apoyar al contingente que luchaba en el monte Abantos desde la tarde (200 bomberos y 300 agentes forestales de la Comunidad, un número que aumentó a medianoche con la incorporación de bomberos del Ayuntamiento de Madrid, de Castilla-La Mancha y de importantes parques de la región)."Muchos bomberos que estaban hoy librando e incluso de vacaciones se han incorporado al trabajo de forma voluntaria al conocer la magnitud del incendio", señaló un portavoz de los bomberos. También se incorporaron al trabajo cientos de vecinos de San Lorenzo de El Escorial, El Escorial, Zarzalejo y Collado Villalba.

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