CORRIDAS GENERALES DE BILBAO

Matías este año no va

Las funciones de Matías González como Presidente de la plaza de toros de Bilbao, en este agosto, no tienen el mismo pulso del año pasado. A falta de dos días para que concluya la feria, anotamos un sinfín de titubeos a la hora de la concesión de orejas. Se muestra rocoso en ciertos momento y blando en otros. A la hora de sacar el pañuelo para que suene la música, sus criterios no marcan un compás determinado. Para unos toreros todo es viento pasodoblado y para otros eco torpe que no chifla. Ayer devolvió un toro a los corrales; sin embargo, más de un toro de los lidiados hasta estos momentos d...

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Las funciones de Matías González como Presidente de la plaza de toros de Bilbao, en este agosto, no tienen el mismo pulso del año pasado. A falta de dos días para que concluya la feria, anotamos un sinfín de titubeos a la hora de la concesión de orejas. Se muestra rocoso en ciertos momento y blando en otros. A la hora de sacar el pañuelo para que suene la música, sus criterios no marcan un compás determinado. Para unos toreros todo es viento pasodoblado y para otros eco torpe que no chifla. Ayer devolvió un toro a los corrales; sin embargo, más de un toro de los lidiados hasta estos momentos debió irse para atrás, o, si se quiere,alguno de los toros tuvo que desecharse en los reconocimientos previos. En el capítulo de los avisos, creemos que lleva un reloj muy perezoso. Un reloj que está más fijo en disfrutar de lo que muletean los toreros, que en dar el tiempo exacto de los avisos. ¿Por qué ese cambio en un año? Si se quiere que Bilbao deje de ser una feria de pan y melón, hay que persistir en lo que se emprendió el año pasado. Sin concesiones, sin altibajos.

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