Miriam Makeba ofrece un gran recital en Torroella

Con 67 años, en cosas de música popular o se es una diva o no se es. Miriam Makeba es una diva con todas las de la ley, ejerce como tal y el público, suyo o prestado, se lo agradece, porque, entre otras cosas, no es nada habitual asistir a un derroche de vitalidad apabullante como el que esta surafricana ciudadana del mundo ofreció la noche del domingo en la abarrotada plaza de la Vila de Torroella de Montgrí (Girona).El paso por la Costa Brava de la entrañable Mama África no sólo colmó todas las expectativas, sino que pasará directamente a englobar la lista de recuerdos emotivos de un ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Con 67 años, en cosas de música popular o se es una diva o no se es. Miriam Makeba es una diva con todas las de la ley, ejerce como tal y el público, suyo o prestado, se lo agradece, porque, entre otras cosas, no es nada habitual asistir a un derroche de vitalidad apabullante como el que esta surafricana ciudadana del mundo ofreció la noche del domingo en la abarrotada plaza de la Vila de Torroella de Montgrí (Girona).El paso por la Costa Brava de la entrañable Mama África no sólo colmó todas las expectativas, sino que pasará directamente a englobar la lista de recuerdos emotivos de un festival que, tras 19 ediciones, ha acumulado ya bastantes. Un público de lo más diverso recibió con cariño a la vieja Makeba -así se presenta ella- y, tras más de dos horas de espectáculo, la despidió con una merecida ovación.

Las canciones puramente lúdicas se mezclaron a lo largo de la velada con los temas más comprometidos. De la danza infecciosa de su eterna Pata, pata, con las espeluznantes palabras del Soweto Blues de su ex marido Hugh Masekela; de los recuerdos de un África mítica y milenaria, reflejados en una de sus mil versiones de Wimoweh; con tradiciones más cercanas, Meet me at the river; o próximas más mental que geográficamente, Suliram, cantada en hebreo, todo rematado con su gran éxito, Amapondo, y una revisión a capella de temas tradicionales surafricanos -"para que los jóvenes no los olviden", dijo- ofrecida como bis. Imposible pedir más.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En