EEUU prueba con éxito un cohete antimisil de alcance medio

Los ensayos de la versión aprobada por el presidente estadounidense, Bill Clinton, del programa de defensa antimisiles de EEUU van por buen camino, según informó ayer el Pentágono. Ronald Kadish, general de la Fuerza Aérea, dio cuenta de que los militares estadounidenses acaban de salir airosos de la segunda prueba de interceptación con un misil modificado tipo Patriot que hacía las veces de cohete hostil.La prueba se realizó el lunes en el desierto de Nuevo México, y consistió en la destrucción a gran altura de un cohete Hera. "Ha sido uno de esos acontecimientos que marcan una línea divisori...

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Los ensayos de la versión aprobada por el presidente estadounidense, Bill Clinton, del programa de defensa antimisiles de EEUU van por buen camino, según informó ayer el Pentágono. Ronald Kadish, general de la Fuerza Aérea, dio cuenta de que los militares estadounidenses acaban de salir airosos de la segunda prueba de interceptación con un misil modificado tipo Patriot que hacía las veces de cohete hostil.La prueba se realizó el lunes en el desierto de Nuevo México, y consistió en la destrucción a gran altura de un cohete Hera. "Ha sido uno de esos acontecimientos que marcan una línea divisoria en la historia tecnológica de EE UU", dijo el general Kadish. El general, que se amparó en el secreto militar, no dio detalles sobre el ensayo, pero señaló que el Patriot modificado destruyó al Hera a más de 80 kilómetros de altura y a menos de 10 minutos después del lanzamiento del supuesto misil enemigo.

Al Pentágono sólo le falta realizar con éxito una tercera prueba para comenzar a aplicar el llamado Sistema de Defensa Aérea en Escenarios de Gran Altitud, THAAD según sus siglas en inglés. El principal objetivo de ese sistema es proteger a las tropas de Estados Unidos desplegadas en países extranjeros de eventuales ataques con misiles convencionales de alcance medio o largo. Según los servicios de espionaje estadounidenses, Irán y Corea del Norte son, entre los países considerados hostiles por Washington, los que más han avanzado en los últimos tiempos en las pruebas de cohetes de alcance medio. El norcoreano No Dong tiene un alcance de hasta 1.500 kilómetros.

Protestas rusas

Con la aprobación de Clinton, el Pentágono está desarrollando esta versión modesta del programa de defensa antimisiles que en los años ochenta, bajo la presidencia de Ronald Reagan, se hizo célebre mundialmente con el nombre de guerra de las galaxias. Rusia protesta vivamente por este desarrollo, que considera una violación del Tratado ABM de control de misiles balísticos que firmaron EE UU y la entonces Unión Soviética. Washington hace oídos sordos a esas protestas.El Departamento de Defensa estadounidense ya lleva gastados unos 4.000 millones de dólares (640.000 millones de pesetas) en los estudios y pruebas del sistema THAAD, y el pasado mayo, en plena guerra de Kosovo, Clinton le autorizó a gastarse otros 6.600 millones de dólares (un billón de pesetas) en el próximo año fiscal.

El Pentágono reconoce que ninguno de los misiles en poder de países que considera peligrosos, incluido el norcoreano No Dong, supone una amenaza inmediata para EE UU, pero justifica la costosa inversión en el hecho de que esos países pueden dar en los próximos años significativos saltos adelante en su tecnología aplicada a los misiles.

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