Cartas al director

He quedado sorprendido

al ver la noticia y fotografía del estado actual del edificio La Pagoda, de don Miguel Fisac. Sorprendido y enormemente apesadumbrado al contemplar semejante disparate. Los colegios profesionales y las asociaciones relacionadas con las artes y la cultura deberían decir algo; o, mejor, deberían decir todo. Sólo hay una coherencia, y está en la relación entre el Ayuntamiento, que parece que ha dado los permisos correspondientes, y el mal gusto y la más abundante chabacanería que ostenta esa corporación, su primer componente, y el partido que tolera y sustenta tales desmanes. Ánimo, don Miguel,...

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al ver la noticia y fotografía del estado actual del edificio La Pagoda, de don Miguel Fisac. Sorprendido y enormemente apesadumbrado al contemplar semejante disparate. Los colegios profesionales y las asociaciones relacionadas con las artes y la cultura deberían decir algo; o, mejor, deberían decir todo. Sólo hay una coherencia, y está en la relación entre el Ayuntamiento, que parece que ha dado los permisos correspondientes, y el mal gusto y la más abundante chabacanería que ostenta esa corporación, su primer componente, y el partido que tolera y sustenta tales desmanes. Ánimo, don Miguel, nuestro alcalde, salvo que sea rematadamente ciego y no tenga a nadie cerca con el más elemental sentido estétido, salvará su obra. ¡Qué estoy diciendo! Despídase de su obra.- .

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