Crítica:JAZZTEL MUSIC: SEPTETO SANTIAGUERO Y HURACÁN DE FUEGO

Dos orillas

La Vieja Trova Santiaguera y Compay Segundo abrieron la puerta. Su éxito ha provocado la llegada en avalancha de tríos, cuartetos, sextetos, septetos, estudiantinas... Y aunque el nivel de los músicos de Cuba sea muy alto, ya dijo Woody Allen que no todo el monte es orgasmo. En la parte oriental de la isla se han conservado mejor las tradiciones, y de ahí es el Septeto Santiaguero, que parte de la herencia de los viejos septetos (tres, guitarra, bongó, claves, maracas, contrabajo y trompeta), con una tímbrica más moderna. Parece ser que los descubrieron en 1995, en la Casa de la Trova, unos ...

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La Vieja Trova Santiaguera y Compay Segundo abrieron la puerta. Su éxito ha provocado la llegada en avalancha de tríos, cuartetos, sextetos, septetos, estudiantinas... Y aunque el nivel de los músicos de Cuba sea muy alto, ya dijo Woody Allen que no todo el monte es orgasmo. En la parte oriental de la isla se han conservado mejor las tradiciones, y de ahí es el Septeto Santiaguero, que parte de la herencia de los viejos septetos (tres, guitarra, bongó, claves, maracas, contrabajo y trompeta), con una tímbrica más moderna. Parece ser que los descubrieron en 1995, en la Casa de la Trova, unos vascos entusiastas que les consiguieron unos contratos con los que venir a Euskadi. Pese a tener más brío que los abuelos, carecen de su empaque: sabe más el diablo por viejo que por diablo. Poniendo rumbo al sur de Cuba se llega a las costas de Venezuela. Otro Caribe. De allí nos cayó una descarga percusiva: tamborrada afroamericana, si se prefiere; y de Maracaibo, para más señas. Propuesta insólita: la música venezolana no suena aquí todos los días. Sobre el escenario, cinco cantantes-bailarines en primera fila, con esas voces nasales tan caribeñas; al fondo, cinco percusionistas.

Septeto Santiaguero y Huracán de Fuego

Patio Central del Conde Duque. Madrid, 7 de julio.

Sus principales tambores se llaman cumacos y chimbangueles, y se percuten tumbados; los ritmos en los que se basan son de origen congoleño o angoleño. Tocan sin pausa.

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