Barak se entrevistará en una semana con los principales protagonistas del proceso de paz

Ehud Barak se ha puesto ya a trabajar por la paz. El primer ministro israelí viajará en poco menos de una semana a cuatro puntos neurálgicos (Alejandría, Erez, Ammán y Washington) para reactivar el proceso de paz, bloqueado desde hace tres años. El peregrinaje se iniciará mañana, viernes, en Egipto, donde se entrevistará con Hosni Mubarak; seguirá en Erez, donde se reunirá con Yasir Arafat; continuará días más tarde en Jordania, para dialogar con el rey Abdalá II, y culminará el 15 de julio, con la reunión en Washington con el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.

"Me esforzaré po...

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Ehud Barak se ha puesto ya a trabajar por la paz. El primer ministro israelí viajará en poco menos de una semana a cuatro puntos neurálgicos (Alejandría, Erez, Ammán y Washington) para reactivar el proceso de paz, bloqueado desde hace tres años. El peregrinaje se iniciará mañana, viernes, en Egipto, donde se entrevistará con Hosni Mubarak; seguirá en Erez, donde se reunirá con Yasir Arafat; continuará días más tarde en Jordania, para dialogar con el rey Abdalá II, y culminará el 15 de julio, con la reunión en Washington con el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.

"Me esforzaré por conducir a Israel y a Oriente Próximo hacia la paz en mis nuevas funciones", afirmó ayer el nuevo primer ministro, Ehud Barak, en la ceremonia del traspaso de poderes. Al finalizar el acto, Barak saludó efusivamente al primer ministro saliente, Benjamín Netanyahu, recordando que él había sido uno de sus soldados cuando estaba al frente de la jefatura del Estado Mayor. El primer ministro laborista anunció que en los próximos días tiene cuatro citas importantes, con las que intentará reactivar el diálogo de paz, bloqueado desde hace cerca de tres años. La primera, en la ciudad egipcia de Alejandría, a la que se trasladará mañana, viernes, para entrevistarse con el presidente Hosni Mubarak. La cumbre Mubarak-Barak, que coincide con el 20º aniversario de la firma del Tratado de Paz entre Egipto e Israel de 1979, significa la reactivación de unas relaciones diplomáticas que quedaron congeladas durante el pasado Gobierno del Likud, cuando el presidente egipcio se negó reiteradamente a recibir a Netanyahu por su política obstruccionista con respecto al proceso de paz.

Barak volverá a viajar el domingo, una vez finalizada la fiesta religiosa del sabat, esta vez para ir a Erez, en la frontera entre la franja de Gaza e Israel, donde se reunirá con el presidente palestino, Yasir Arafat. El anuncio de esta reunión ha sido favorablemente acogido por los portavoces del Gobierno de Arafat, quienes han emplazado al líder israelí a "restablecer la atmósfera de confianza entre los dos pueblos". No hay aún una agenda concreta sobre los temas que abordarán Barak y Arafat en esta primera cita, aunque no se descarta que se aborde la aplicación de los Acuerdos de Wye, firmados el pasado mes de noviembre en EE UU, y la "interrupción de toda actividad en los asentamientos judíos de Cisjordania y Gaza", según aseguró ayer el ministro palestino sin cartera Ziad Abu Zayad.

La tercera cita de Barak será en Ammán con el rey AbdaláII, en un día aún sin precisar de la próxima semana. El primer ministro israelí tratará también en esta reunión de reactivar las relaciones entre estos dos países, que quedaron especialmente deterioradas hace dos años, cuando un comando de los servicio secretos israelíes se desplazó a Jordania para intentar asesinar a un dirigente del movimiento radical islamista Hamás. El rey Abdalá, que ya recibió a Barak en plena campaña electoral, se ha convertido para el líder laborista en un intermediario eficaz en su proyectado acercamiento a Siria.

La cita más importante de Barak será, sin embargo, la programada para el próximo día 15 de julio en Washington, donde se reunirá con el presidente Clinton. Los asesores del primer ministro israelí aseguran que en esta primera reunión Barak tratará de restablecer las relaciones entre Israel y EE UU, maltrechas, asimismo, durante el pasado Gobierno del Likud, e intentará conocer los proyectos y el programa de la Casa Blanca respecto a la zona.

De vuelta a Israel, Barak podría efectuar, según fuentes diplomáticas, una escala técnica en Rabat para reunirse con el rey Hassan II, reactivando de esta manera las tradicionales buenas relaciones que Israel ha venido mantenido con Marruecos, con la sola excepción del periodo del Gobierno de Netanyahu, durante el cual el monarca alauí se negó también a recibir al jefe del Likud.

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El periplo maratoniano de Barak es sólo un ensayo con el que trata, al parecer, de preparar dos citas históricas; la primera, el próximo mes de septiembre en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde los rumores apuntan que los ministros sirio e israelí de Asuntos Exteriores podrían iniciar formalmente el diálogo, bloqueado desde 1996. La segunda gran cita será, sin duda, la cumbre tripartita Barak-Arafat-Clinton, que la Casa Blanca anunció para los próximos noviembre o diciembre y en la que se pretende culminar el proceso de paz con los palestinos.

Siria acogía ayer, por su parte, de manera favorable los proyectos de paz de Barak, asegurando que "comparte el deseo del primer ministro israelí de poner fin a las guerras y realizar una paz global en la región", según afirmó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores en Damasco, quien recalcó, además, que su país "está preparado para retomar las negociaciones de paz lo más pronto posible, en el punto en que éstas se habían detenido, en 1996".

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