El BSCH no renuncia a crecer en Portugal

El Gobierno de Lisboa teme una reprobación ejemplar por parte de la Comisión Europea

El ministro portugués de Finanzas, António Sousa Franco, que el viernes emprendió un viaje de 10 días por África, sostuvo, en conferencia de prensa, que el veto a la alianza BSCH-Champalimaud era "definitivo" y "ese" acuerdo no admitía revisión alguna. "Entren en la legalidad y entonces hablaremos sobre todo y con todos", añadió en una entrevista publicada el pasado jueves en Visao. Por su parte, el primer ministro, António Guterres, informó que el diálogo sería posible "cuando ambas entidades anulen los actos ilegales que cometieron en relación al Gobierno portugués". Siguiendo las "pistas" ...

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El ministro portugués de Finanzas, António Sousa Franco, que el viernes emprendió un viaje de 10 días por África, sostuvo, en conferencia de prensa, que el veto a la alianza BSCH-Champalimaud era "definitivo" y "ese" acuerdo no admitía revisión alguna. "Entren en la legalidad y entonces hablaremos sobre todo y con todos", añadió en una entrevista publicada el pasado jueves en Visao. Por su parte, el primer ministro, António Guterres, informó que el diálogo sería posible "cuando ambas entidades anulen los actos ilegales que cometieron en relación al Gobierno portugués". Siguiendo las "pistas" del jefe del Gobierno luso, el Grupo Champalimaud y el BSCH admiten "alterar" algunos aspectos formales del acuerdo, pero no se plantean cancelarlo y empezar desde cero, como pretende el responsable de Finanzas. Fuentes oficiales del BSCH reconocen que el banco español busca "una salida negociada" al contencioso para lo cual se han establecido contactos, a varias bandas, que deberían concretarse en el inicio de negociaciones formales en los próximos días. Dichas fuentes descartan un enfrentamiento con el Gobierno de Lisboa y admiten que las negociaciones podrían concluir con la "retirada" de las denuncias presentadas en Bruselas. "Más vale un mal arreglo que un buen pleito", señalaron.

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Por su parte, el Gobierno portugués quiere resolver el contencioso a la máxima brevedad, precisamente para evitar una dura reprobación de la Comisión Europea, que, sin duda, empañaría la imagen de Lisboa y sentaría, a juicio de los especialistas, un "precedente ejemplar" sobre la libertad de capitales y establecimiento en el mercado único. El plazo de 15 días que tiene Lisboa para responder a Bruselas obliga necesariamente a una negociación rápida, si el Gobierno portugués quiere evitar la deliberación a las denuncias. No obstante, la posible retirada de las quejas no impide que la Comisión Europea mantenga "de oficio" su investigación sobre las supuestas irregularidades del Gobierno luso en el veto al acuerdo entre el BSCH y el Grupo Champalimaud. "Sería improbable, pero no imposible", según los especialistas.

En este sentido, el diario británico Financial Times afirmaba esta semana que, según un alto funcionario de Bruselas, la Comisión "debería plantear objeciones" al veto de Lisboa que sentarían un "precedente" jurídico sobre las alianzas y fusiones entre bancos de diferentes países comunitarios. A juicio del citado funcionario, "las implicaciones del caso pueden caer como una bomba" en Bruselas, que ahora tiene la oportunidad de esclarecer las reglas de fiscalización en las relaciones bancarias transfronterizas, donde la discriminación nacional impide el desarrollo de los servicios financieros del mercado único. Asimismo, el diario norteamericano Wall Street Journal explicaba en un editorial que el Gobierno de Lisboa había "invocado una ley arcaica" para vetar el acuerdo, y el primer ministro, António Guterres, había reaccionado al caso "como si los ejércitos de Felipe estuviesen nuevamente en marcha a lo largo del río Tajo y camino de Lisboa".

Fuentes oficiales del BSCH sostienen que las primeras reacciones de Bruselas y las informaciones de la prensa internacional especializada amenazan con una "dura reprobación" al veto de Lisboa, que, sin duda, el Gobierno de Guterres quiere evitar a toda costa. Asimismo, añadieron que el Grupo Champalimaud y el BSCH están preparados para abrir las conversaciones formales con el Ejecutivo de Lisboa, que podrían tener como interlocutor algún responsable del área económica (probablemente el titular de Economía, Joaquim Pina Moura) más conciliador y abierto a una solución negociada que el ministro de Finanzas, quien, además, se encuentra fuera del país y no ha recibido instrucciones para cancelar su viaje.

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