"Las ratas suben hasta el primero"

La vergüenza es uno de los sentimientos más extendidos entre los vecinos de las conocidas como "casas militares de Basurto". Por pudor son reacios a que se conozcan las condiciones en que viven a causa de la desidia de Defensa, pero la situación es tal que un vecino, tras 40 años viviendo allí, se ha marchado porque el ministerio se niegan a arreglarle las humedades del piso y las barandillas. Es un jubilado, cuya salud y falta de movilidad no pueden soportar esas condiciones de vida. A mediados del pasado mayo, dos arquetas situadas en los sótanos comenzaron a rebosar aguas fecales. Es el mi...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La vergüenza es uno de los sentimientos más extendidos entre los vecinos de las conocidas como "casas militares de Basurto". Por pudor son reacios a que se conozcan las condiciones en que viven a causa de la desidia de Defensa, pero la situación es tal que un vecino, tras 40 años viviendo allí, se ha marchado porque el ministerio se niegan a arreglarle las humedades del piso y las barandillas. Es un jubilado, cuya salud y falta de movilidad no pueden soportar esas condiciones de vida. A mediados del pasado mayo, dos arquetas situadas en los sótanos comenzaron a rebosar aguas fecales. Es el mismo lugar en que el Ayuntamiento puso de relieve la falta de condiciones de salubridad. Los vecinos afirman que "las ratas suben hasta el primer piso", pero eso no es lo peor. Los trabajadores de la contrata que el Invifas envió para arreglar el desaguisado entraron en los sotanos y volvieron a salir rápidamente. Ante la sorpresa de los presentes, afirmaron que no volverían a entrar hasta que no se limpiasen esas dependencias y desapareciesen las bolsas de gas, que se apreciaban sólo con asomarse a la puerta. Son episodios repetidos.

Más información
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En