El Papa pide construir una Unión de Europa sobre valores espirituales

"Si queremos que la nueva unidad de Europa sea duradera", dijo ayer el Papa en Varsovia, en el discurso más importante de los pronunciados en esta visita a Polonia, una larga y simbólica intervención ante el Parlamento polaco, "tendrá que construirse" no sólo sobre los aspectos económicos y políticos, sino también sobre los "valores espirituales", más concretamente los del cristianismo.

, Juan Pablo II pidió con energía un sitio para su país en esta Unión Europea que corre el riesgo de lanzarse de forma acrítica a un modelo de vida consumista. Wojtyla confió a Polonia la tarea de re...

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"Si queremos que la nueva unidad de Europa sea duradera", dijo ayer el Papa en Varsovia, en el discurso más importante de los pronunciados en esta visita a Polonia, una larga y simbólica intervención ante el Parlamento polaco, "tendrá que construirse" no sólo sobre los aspectos económicos y políticos, sino también sobre los "valores espirituales", más concretamente los del cristianismo.

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, Juan Pablo II pidió con energía un sitio para su país en esta Unión Europea que corre el riesgo de lanzarse de forma acrítica a un modelo de vida consumista. Wojtyla confió a Polonia la tarea de regenerar espiritualmente Europa, en un discurso que pronunció ante los miembros de la Conferencia Episcopal polaca en el que repitió las palabras ya dichas a los obispos polacos el año pasado en Roma. "Europa necesita una Polonia que crea profundamente y que sea culturalmente creativa de forma cristiana, consciente del papel que le ha sido asignado por la Providencia". El discurso del Pontífice fue seguido con la máxima atención por todas las autoridades políticas y religiosas de Polonia que llenaban a rebosar el salón de sesiones de la Dieta (Sejm). En una de las tribunas escuchaba también un maduro Lech Walesa, ex presidente de la República y líder mítico del sindicato Solidaridad, que encabezó las protestas obreras que pusieron término a la dictadura prosoviética de Polonia en 1989. Precisamente los acontecimientos de entonces sirvieron al Papa de argumento para recordarle a los europeos cual es su deuda con esta nación de historia atormentada que desapareció literalmente del mapa durante 125 años, repartida entre las grandes potencias. También acudió al acto el ex presidente Wojciech Jaruzelski. "Los acontecimientos de hace diez años en Polonia crearon una ocasión histórica para que el continente europeo, habiendo abandonado definitivamente las barreras ideológicas, encontrara el camino de la unidad", dijo el Papa. Sin embargo, "en lugar de la ansiada comunidad de espíritu estamos notando nuevas disensiones y nuevos conflictos". En estas circunstancias, es bueno recordar, dijo Karol Wojtyla, el papel fundamental que han tenido los valores cristianos en la base de la cultura europea y el que deben mantener, "teniendo en consideración la diversidad de las culturas y de las tradiciones de cada nación individual". En este proceso de recuperación de los valores espirituales la nación polaca tiene un importante papel. "Polonia tiene pleno derecho de participar en el proceso de progreso general y de desarrollo en el mundo, y de manera particular, en el de Europa", subrayó Wojtyla. "La integración de Polonia en la unión Europea ha sido siempre apoyada por la Sede Apostólica". A juicio del Papa, "la experiencia histórica que posee la nación polaca, su riqueza espiritual y cultural, pueden contribuir de forma eficaz al bien común de toda la familia humana, especialmente en la consolidación de la paz y la seguridad de Europa". Tras haber sido admitida en la OTAN, Polonia exige ahora, a través de su principal valedor, un sitio en la Europa que cuenta. Juan Pablo II dedicó la jornada de ayer a Varsovia, una ciudad de 1,6 millones de habitantes completamente reconstruida tras la devastanción sufrida en la II Guerra Mundial. Entre otras actividades, visitó al presidente de la República, el ex comunista Alexander Kwasniewski, habló en el Parlamento y rezó ante el monumento a las víctimas del gueto de la ciudad y ante el que recuerda las deportaciones masivas a Siberia en época de los zares y del poder soviético.

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