Tres de cada diez vitorianos de 18 a 30 años fuman porros

Un estudio sobre adicciones en la población adulta de Vitoria, hecho público ayer, revela un aumento generalizado en el consumo de drogas en los últimos cuatro años. Entre los datos más significativos se aprecia un fuerte incremento en el número de fumadores de hachís y marihuana: tres de cada diez vecinos de la ciudad de entre 18 y 30 años consumen porros. En total, se calcula que hay 22.700 consumidores adultos de esas sustancias. El informe, elaborado por el Instituto Deusto, señala que hay otras 3.000 personas "sospechosas de alcoholismo" entre los 18 y 30 años y registra unos niveles de...

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Un estudio sobre adicciones en la población adulta de Vitoria, hecho público ayer, revela un aumento generalizado en el consumo de drogas en los últimos cuatro años. Entre los datos más significativos se aprecia un fuerte incremento en el número de fumadores de hachís y marihuana: tres de cada diez vecinos de la ciudad de entre 18 y 30 años consumen porros. En total, se calcula que hay 22.700 consumidores adultos de esas sustancias. El informe, elaborado por el Instituto Deusto, señala que hay otras 3.000 personas "sospechosas de alcoholismo" entre los 18 y 30 años y registra unos niveles de tabaquismo mayores que en el resto del País Vasco. Mientras que los no fumadores suponen un 68% en toda la comunidad, en Vitoria se quedan en el 63%. Con respecto a la encuesta realizada en 1995, existe un aumento en el consumo de porros, speed, alucinógenos, hipnóticos, estimulantes, barbitúricos y cocaína. Sólo bajan la heroína, el crack y el éxtasis. Ante estas conclusiones, los responsables de Salud Pública del Ayuntamiento vitoriano admiten que han fracasado sus medidas para atajar el problema, así como las de "la familia, el entorno escolar y la sociedad entera", comentó ayer el concejal delegado del área, Pedro Elósegui (PNV). Observan además "cierta relajación" en la prevención de drogadicciones porque, según el estudio, la mayoría de los encuestados no considera el hachís como una droga. Al menos, aseguran que algunas campañas sí han dado resultado, como la dirigida a prohibir el consumo de tabaco en lugares públicos. Cambio de cultura Por otra parte, la secretaria de Drogodependencias del Gobierno vasco, Kontxi Gabantxo, señaló ayer que para solucionar el problema de las drogas entre los jóvenes, especialmente el caso del alcohol, es preciso cambiar los escenarios donde habitualmente se desenvuelven y ofrecer alternativas diferentes. "Esto implicaría un cambio de cultura", resaltó ante la comisión de Trabajo y Acción Social del Parlamento vasco. Gabantxo acudió a esta comisión para explicar las líneas maestras del cuarto plan sobre drogas, que el Ejecutivo prevé poner en marcha en el año 2000. Según Gabantxo, los jóvenes tienen que disponer de lugares diferentes a los bares para poder relacionarse y desenvolverse. "Si cambiamos los espacios de consumo por otros se reduciría el problema de las drogas, sobre todo del alcohol", dijo. Así, entre otras alternativas citó la posibilidad de abrir los polideportivos por las noches, organizar campeonatos deportivos y actividades complementarias, como clases de baile. Entre los programas que integrarán el cuarto plan sobre drogas, se incluirá un debate sobre la regularización de las drogas. "No se trata de algo prioritario, sino de un mero comienzo para debatir y poner ideas sobre la mesa", recalcó.

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