Crítica:CANCIÓN: AMANCIO PRADA

'Ventiño do mare'

Desde el pasado martes, y hasta el próximox día 9 inclusive, Amancio Prada presenta en el Círculo de Bellas Artes su álbum De mar e terra. Es un artista leal consigo mismo y con su público impecable. Ahora ofrece una primorosa recreación de las tonadas que escuchó de pequeño. Se ha sumergido en la memoria y se ha reencontrado con la belleza perenne de los cánticos de tradición oral de su tierra. Prada es planta de interior, pero está lleno de barcos y brisas de mar. El Bierzo se las ha arreglado siempre para tener ventiños do mar y aromas gallegos.Su propuesta escénica es, como s...

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Desde el pasado martes, y hasta el próximox día 9 inclusive, Amancio Prada presenta en el Círculo de Bellas Artes su álbum De mar e terra. Es un artista leal consigo mismo y con su público impecable. Ahora ofrece una primorosa recreación de las tonadas que escuchó de pequeño. Se ha sumergido en la memoria y se ha reencontrado con la belleza perenne de los cánticos de tradición oral de su tierra. Prada es planta de interior, pero está lleno de barcos y brisas de mar. El Bierzo se las ha arreglado siempre para tener ventiños do mar y aromas gallegos.Su propuesta escénica es, como siempre, exquisita. Se le nota más gozoso, más suelto, más locuaz, más apuesto. Es evidente su formación parisiense. Hay maneras y gestos que evocan a los grandes de la chanson, sobre todo en la primera parte del espectáculo, donde revisa parte de su producción anterior. En la segunda parte interpreta su nuevo trabajo. De mar e terra, en disco, es una rara joya.

Amancio Prada

Amancio Prada, voz y zanfona. Cuco Pérez, acordeón. Juan Luis Gallego, violín. Mariana Cores, violonchelo. Rafael Domínguez, violonchelo. Pedro Navarrete, piano. Círculo de Bellas Artes. Madrid, 4 de mayo.

En directo, en cambio, algo falla en barlovento, no mientras canta, sino cuando habla. Prada baja la guardia del micrófono en sus parlamentos. Es decir, que se pierde bastante de su montaje. Introduce las canciones como si estuviera en un filandón, en un coloquio al amor del fuego. Pero no se entienden las hilaciones oportunas. Si este desliz se subsana, el espectáculo será redondo.

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