Ciencia básica e innovación exploran el territorio común
En el tan trillado y a menudo estéril debate acerca del necesario entendimiento entre investigación básica y aplicación industrial, es una bocanada de aire fresco escuchar a científicos de alto nivel: "establecer las reglas del idioma común para entender las necesidades de uno y de otro", "responsabilidad por parte de los físicos para comprender los motores económicos de la empresa" y "oportunidad de la industria para que los físicos le ayuden a encontrar soluciones a problemas técnicos", fueron puntos destacados por el físico Emilio Méndez la semana pasada en un seminario celebrado en Mad...
En el tan trillado y a menudo estéril debate acerca del necesario entendimiento entre investigación básica y aplicación industrial, es una bocanada de aire fresco escuchar a científicos de alto nivel: "establecer las reglas del idioma común para entender las necesidades de uno y de otro", "responsabilidad por parte de los físicos para comprender los motores económicos de la empresa" y "oportunidad de la industria para que los físicos le ayuden a encontrar soluciones a problemas técnicos", fueron puntos destacados por el físico Emilio Méndez la semana pasada en un seminario celebrado en Madrid.
"Los físicos tenemos a veces la tentación de pensar que la industria debe desarrollar la física, y no es así; la industria tiene otra misión, el desarrollo a nivel de producto, y está motivada por el incentivo económico", puntualizó Méndez, catedrático de Física de la Universidad de Nueva York en Stony Brook. "La empresa, por el otro lado, no está haciendo un favor al físico cuando trata con él para solucionar un problema, sino que se ayuda a sí misma al escoger a la persona adecuada que puede ofrecer soluciones muy claras". Méndez participó en el seminario Física e innovación tecnológica, celebrado en la Fundación Areces. Gerardo Delgado, organizador de la reunión, señaló la importancia de la investigación básica, pero comentó que no existe oposición con la investigación aplicada y la industrial, destacando que en España funcionan numerosos centros dedicados a la innovación, como se expuso en el seminario.
¿El siglo de la biología?
La física en este siglo no sólo ha protagonizado avances sensacionales en el conocimiento, logrando establecer leyes profundas que rigen la naturaleza. También ha aportado instrumentos avanzados para todas las disciplinas científicas, desde la microscopía hasta los satélites de observación de la Tierra. El avance de la física ha repercutido en prácticamente todas las esferas de la vida cotidiana, desde las comunicaciones al transporte y, cómo no reconocerlo, en la forma de hacer la guerra, destacó el francés C. Weisbuch. Pero, si el siglo XX ha sido el de la física, ¿será el siglo XXI el de la biología, como muchos vaticinan? Será el siglo de la interdisciplinaridad, apuntó Méndez. "En biología, al avanzar en niveles cada vez más profundos de comprensión, se descubren fundamentos físicos cada vez mayores, por ejemplo en el proceso de transmisión de información, de impulsos eléctricos, a nivel molecular", explicó. "La física y la biología molecular van a ser bastante inseparables antes de lo que creemos".
En cuanto a las áreas de investigación básica en que cabe esperar aplicaciones descollantes en un futuro próximo, los físicos apuntaron medicina (con métodos avanzados de diagnóstico), comunicaciones, energía y computación.