GUERRA EN YUGOSLAVIA Cumbre de Washington

La OTAN se niega a negociar con Milosevic

La cumbre de la Alianza advierte de que la guerra seguirá hasta que Serbia cumpla todas sus condiciones

La OTAN envió ayer un mensaje inequívoco al presidente yugoslavo Slobodan Milosevic y al resto de la comunidad internacional: la acción militar de la Alianza Atlántica contra la República Federal de Yugoslavia no se detendrá hasta que se cumplan sus objetivos, y la OTAN no contempla otra opción que la victoria. La declaración sobre Kosovo, en el marco solemne de la conmemoración del 50º aniversario de la Alianza en la capital de EEUU, despeja cualquier duda sobre el margen de maniobra diplomático que se concede al presidente yugoslavo: "No puede haber ningún compromiso" sobre la cinco condicio...

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La OTAN envió ayer un mensaje inequívoco al presidente yugoslavo Slobodan Milosevic y al resto de la comunidad internacional: la acción militar de la Alianza Atlántica contra la República Federal de Yugoslavia no se detendrá hasta que se cumplan sus objetivos, y la OTAN no contempla otra opción que la victoria. La declaración sobre Kosovo, en el marco solemne de la conmemoración del 50º aniversario de la Alianza en la capital de EEUU, despeja cualquier duda sobre el margen de maniobra diplomático que se concede al presidente yugoslavo: "No puede haber ningún compromiso" sobre la cinco condiciones impuestas por la OTAN para el alto el fuego, que, en sí mismas, marcan la vía para solucionar el conflicto.

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ENVIADO ESPECIAL

La OTAN indicó así a Belgrado y a Moscú que no hay otra salida que aceptar las cinco condiciones como base para cualquier negociación posterior. Los 19 jefes de Estado y de Gobierno de la alianza militar más poderosa de la historia dejaron claro que el fin de las hostilidades solo se producirá cuando Belgrado ponga fin a su política represiva en Kosovo, retire sus fuerzas militares y paramilitares de la provincia, acepte una presencia militar internacional en el territorio, admita el regreso sin condiciones de los refugiados y dé pruebas de su voluntad de buscar un acuerdo político que se base en lo negociado en Rambouillet. Este mensaje, sin posible marcha atrás, deja poco margen a iniciativas diplomáticas como la encabezada por el exprimer ministro ruso Víktor Chernomirdin, considerada, además, totalmente insuficiente por Estados Unidos y el Reino Unido, así como por Francia, cuyo presidente Jacques Chirac advirtió: "Lo que ha propuesto Milosevic [según Chernomirdin] es totalmente insuficiente y no se corresponde a las exigencias de la comunidad internacional". El portavoz de la Alianza, Jamie Shea, remachó esta tesis al afirmar que la proposición de Belgrado estaba "muy alejada" de las condiciones fijadas por los aliados.

El secretario general de la OTAN, Javier Solana, resumió, en la breve intervención que abrió en Consejo Atlántico, el dilema moral y político de la intervención militar. "La crisis de Kosovo representa un desafío a los valores de la democracia, los derechos humanos y el imperio de la ley en los que la Alianza hunde sus raíces y sus cimientos", afirmó. Por su parte, el presidente norteamericano, Bill Clinton, expuso de una forma diáfana el objetivo de la solemne cumbre: "Hoy mandamos un claro mensaje de unidad y determinación para mantener esta campaña aérea todo el tiempo que sea necesario".

Relaciones con Rusia

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Estados Unidos, que ha tomado la iniciativa diplomática y militar de la crisis desde sus inicios, sigue queriendo proteger las relaciones con Rusia, cuya desestabilización interior como resultado de la crisis de los Balcanes preocupa en todas las capitales de la OTAN. En la declaración sobre Kosovo y en las propias deliberaciones del Consejo Atlántico se dedicó un significativo espacio a este tema. De hecho, en el séptimo de sus 17 puntos, la declaración de la OTAN une la "responsabilidad" de Rusia al papel de Naciones Unidas, los dos puntos más delicados de la presente crisis. "Rusia tiene una responsabilidad particular en Naciones Unidas y un papel importante que jugar en la búsqueda de una solución al conflicto de Kosovo. Esta solución debe descansar sobre las condiciones de la comunidad internacional ya anunciadas. Las ofertas del presidente Milosevic hasta ahora no responden a esas exigencias. Queremos trabajar constructivamente con Rusia, en el espíritu del acta fundacional", afirma textualmente el punto séptimo.

En un gesto que refleja en parte la frustración aliada por no poder contar en estos momentos con el aval de Naciones Unidas, la OTAN reserva un papel clave al Consejo de Seguridad para el momento en que se alcance un alto el fuego y ofrece al pueblo serbio la garantía de que sus fronteras no serán modificadas. La declaración anuncia la decisión de acudir al Consejo de Seguridad para pedir la desmilitarización de Kosovo, el despliegue de una fuerza internacional para garantizar el regreso de los refugiados y el establecimiento de una administración provisional internacional en la provincia que permita a sus habitantes disfrutar de una amplia autonomía dentro de Yugoslavia.

Al margen de las acciones militares, en las que la ofensiva terrestre queda relegada a segundo plano y mientras comienza a perfilarse un bloqueo naval de la costa de Montenegro, los 19 pactaron intensificar sus acciones para aislar políticamente al régimen de Milosevic. El objetivo parece imprescindible: lograr su relevo al frente de Yugoslavia como paso previo a cualquier solución negociada

El Consejo Atlántico no le ahorró la amenaza de hacerle comparecer ante el Tribunal Penal Internacional para los crímenes cometidos en la antigua Yugoslavia. La advertencia se extiende también a cualquier acción que el Gobierno de Belgrado esté tentado de emprender contra el Gobierno de Montenegro.

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