CAOS EN EL TRÁFICO AÉREO.

Pujol dice que CiU apoyó a Arias-Salgado sólo por salvar la gobernabilidad

La gobernabilidad tiene sus peajes y, en palabras del propio presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, "obliga a tragarte un sapo de vez en cuando". Y eso fue lo que se tragó Convergència i Unió (CiU) al no apoyar anteayer la reprobación del ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, por el caos aéreo de las últimas semanas. CiU ha dicho que lo hizo para no provocar una crisis de Gobierno, aunque tenía suficientes motivos para respaldarla, aseguraban fuentes de la coalición. Esta condescendiente actitud hacia el Partido Popular tiene, para Pujol, antecedentes en el tiempo, cua...

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La gobernabilidad tiene sus peajes y, en palabras del propio presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, "obliga a tragarte un sapo de vez en cuando". Y eso fue lo que se tragó Convergència i Unió (CiU) al no apoyar anteayer la reprobación del ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, por el caos aéreo de las últimas semanas. CiU ha dicho que lo hizo para no provocar una crisis de Gobierno, aunque tenía suficientes motivos para respaldarla, aseguraban fuentes de la coalición. Esta condescendiente actitud hacia el Partido Popular tiene, para Pujol, antecedentes en el tiempo, cuando los nacionalistas apoyaron al Ejecutivo socialista en los casos GAL o Roldán.

Entonces, para el líder catalán era necesario apoyar al Gobierno del PSOE: "Porque teníamos que entrar en Europa y aguantamos el tipo". Lo mismo ha hecho ahora CiU con respecto al PP.

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Pujol habló mucho en los pasillos del Parlamento catalán. Estaba de buen humor. Pero cuando terminó, cayó en la cuenta de que la expresión "tragarse un sapo" posiblemente era demasiado hiriente. Por este motivo, repitió de nuevo su respuesta y suprimió la frase. Después rogó a los periodistas que no la utilizaran.

El apoyo que CiU brindó el martes al Partido Popular en el Congreso tuvo su traducción ayer en la Cámara legislativa catalana. Los populares votaron en contra de una moción socialista que reclamaba a Pujol la dimisión del consejero de Trabajo catalán, Ignasi Farreres, envuelto en un escándalo por las subvenciones de cursos de formación de parados. El departamento de la Generalitat otorgó millonarias ayudas a empresas relacionadas con su partido, Unió Democràtica de Catalunya, el socio democristiano de Pujol.

Con sus votos, el PP ha impedido durante esta legislatura un total de quince reprobaciones contra cuatro consejeros, los de Trabajo, Agricultura, Industria y Bienestar Social.

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Resaca de la moción

Mientras tanto, en Madrid, la resaca de la sesión en la que se votó sin éxito la reprobación del ministro Arias-Salgado provocaba algún que otro dolor de cabeza. Y se empezaba a plantear una pregunta: detrás del caos de Iberia, ¿no habrá otra intención? Izquierda Unida piensa que sí. Y también lo piensa el PSOE. Ambos creen que detrás del caos se oculta el deseo del Gobierno de devaluar la compañía de bandera de cara a su anunciada privatización. Ángel Pérez, coordinador de IU de Madrid y candidato a la Presidencia madrileña, acusó a la dirección de Iberia de devaluar la compañía y a los pilotos de "escasa solidaridad" y de llevar a cabo "con la connivencia de la empresa una huelga encubierta". El secretario de Estado de Infraestructuras y Transportes, Albert Vilalta, hablaba también de la privatización de Iberia. Y no para negarla. Decía, en declaraciones a Onda Cero, que la privatización podía ser "una de las situaciones de mejora" de la compañía. Así las cosas, IU ha pedido la comparecencia de Albert Vilalta en la Comisión de Infraestructuras del Congreso. Julián Fernández, portavoz de IU en esta comisión, explicó que se ha solicitado esta medida por la preocupación que supone para su grupo la situación de Iberia, con una cancelación prevista, entre junio y diciembre próximos, de 16.368 vuelos y un recorte en sus ingresos de 25.000 millones de pesetas.

Coalición Canaria, con cuyos votos, los del PNV y los de CiU -además de los del PP, su propio partido-, Rafael Arias-Salgado logró evitar la reprobación, exigía ayer que el ministro de Fomento comparezca de inmediato en el Congreso junto con el titular de Industria, Josep Piqué, para que expliquen qué medidas adoptarán para paliar el caos aeroportuario.

Contra Coalición Canaria soltó el diputado socialista José Segura insinuaciones y reproches. Y dejó caer una grave acusación. Si la comunidad peor tratada, con mayor cancelaciones de vuelos, ha votado contra la reprobación del ministro fue, aseveró, "porque la compañía Binter Canarias, que se segrega del Grupo Iberia, va a ser vendida a un grupo de amiguetes canarios dedicados a la construcción".

Es lo que llamó en lenguaje de la calle "caramelitos que el Gobierno les puso en la boca". Dulces que parece, según Segura, que el Gobierno repartió con más alegría que una hermana tornera: al PNV también se los dio. El parlamentario socialista dijo a Europa Press que está "seguro" de que la moción de censura al ministro Arias-Salgado iba a ser respaldada por el PNV. "Ayer por la mañana", dijo refiriéndose al pasado martes, "fuentes del partido se disculparon porque el Gobierno les había prometido no sé qué carretera".

Y más caramelos. Ya puesto, Segura afirmó que el "caso de CiU fue parecido". A saber: justo la misma mañana del día en que se debatía la moción de censura contra el titular de Fomento, la Comisión Mixta de Transferencias cedía a la Generalitat de Cataluña nuevos traspasos por valor de 1.127 millones de pesetas, entre ellos el Hospital Militar de Barcelona.

Segura también dejó caer sus sospechas de que detrás de las medidas anunciadas por la compañía aérea de bandera puede ocultarse algo más: "Iberia disminuye su valor de mercado. Las compañías privadas se van a poner las botas", pronosticó.

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